
Denver, Colorado— Ahora sí llegó la contundencia.
México dominó y goleó a Nueva Zelanda en el momento preciso, días antes del debut en la Copa Oro 2011, al marcar un rotundo 3-0 que levanta al máximo su categoría de candidato a revalidar la corona.
El Tricolor fue más categórico en el área enemiga, atrapó los balones para la definición exacta, de la que careció ante Ecuador y con 3 goles en 43 minutos sentenció el juego y caminó tranquilo en la segunda mitad. Lo hizo con la puntería de Giovani dos Santos, quien marcó en un par de ocasiones, y la presencia de área de Aldo de Nigris, quien completó la cuota.
Y lo concretó más porque la ausencia de ‘Sinha’ y la presencia de Gio moldeó un poco el tradicional parado de José Manuel de la Torre a un 4-4-2 con el cual México fue más seguro en su juego y letal en el último tercio de la cancha.
Gio se soltó más que ‘Sinha’, se combinó en diversas oportunidades con Andrés Guardado y hasta con Carlos Salcido, quienes avanzaron por izquierda, y así se empujó a Nueva Zelanda a su terruño.
El Tri exhibió además una constante presión a la salida del adversario. No esperó a que los contenciones metieran la pierna o a que los laterales cerraran los caminos, desde el primer leve intento de despeje o pase de los All Whites en su sector defensivo, se notó la llegada de Guardado para incomodar, la persecución de De Nigris a los probables receptores, el acoso del propio Dos Santos para que el balón no pasara del medio campo.
Nueva Zelanda también colaboró con sus carencias, no sólo al intentar salir, sino al querer defender. Los centrales Winston Reid e Ivan Vicelich fueron una rendija ideal para los toques diagonales de México, con los desbordes de Pablo Barrera y los servicios de Guardado.
Los de Oceanía estuvieron lejos del nivel aceptable del pasado Mundial 2010, donde empataron todos sus juegos, a pesar de que en su 11 inicial aparecieron 8 elementos de aquel equipo y 6 más estaban entre los hombres de relevo.
En el segundo tiempo, con varios cambios en su formación, el Tri ya perdió fuerza, además de que pasó otra vez a un 4-4-1-1 que restó claridad adelante.
De cualquier forma el daño ya estaba hecho. México goleó, encontró mejores vías de ataque, mostró solidez defensiva y se declara en pie para defender lo que es suyo, el título del mejor de Concacaf.
Si hay confirmación o no de este nivel se sabrá a partir del domingo.
México dominó y goleó a Nueva Zelanda en el momento preciso, días antes del debut en la Copa Oro 2011, al marcar un rotundo 3-0 que levanta al máximo su categoría de candidato a revalidar la corona.
El Tricolor fue más categórico en el área enemiga, atrapó los balones para la definición exacta, de la que careció ante Ecuador y con 3 goles en 43 minutos sentenció el juego y caminó tranquilo en la segunda mitad. Lo hizo con la puntería de Giovani dos Santos, quien marcó en un par de ocasiones, y la presencia de área de Aldo de Nigris, quien completó la cuota.
Y lo concretó más porque la ausencia de ‘Sinha’ y la presencia de Gio moldeó un poco el tradicional parado de José Manuel de la Torre a un 4-4-2 con el cual México fue más seguro en su juego y letal en el último tercio de la cancha.
Gio se soltó más que ‘Sinha’, se combinó en diversas oportunidades con Andrés Guardado y hasta con Carlos Salcido, quienes avanzaron por izquierda, y así se empujó a Nueva Zelanda a su terruño.
El Tri exhibió además una constante presión a la salida del adversario. No esperó a que los contenciones metieran la pierna o a que los laterales cerraran los caminos, desde el primer leve intento de despeje o pase de los All Whites en su sector defensivo, se notó la llegada de Guardado para incomodar, la persecución de De Nigris a los probables receptores, el acoso del propio Dos Santos para que el balón no pasara del medio campo.
Nueva Zelanda también colaboró con sus carencias, no sólo al intentar salir, sino al querer defender. Los centrales Winston Reid e Ivan Vicelich fueron una rendija ideal para los toques diagonales de México, con los desbordes de Pablo Barrera y los servicios de Guardado.
Los de Oceanía estuvieron lejos del nivel aceptable del pasado Mundial 2010, donde empataron todos sus juegos, a pesar de que en su 11 inicial aparecieron 8 elementos de aquel equipo y 6 más estaban entre los hombres de relevo.
En el segundo tiempo, con varios cambios en su formación, el Tri ya perdió fuerza, además de que pasó otra vez a un 4-4-1-1 que restó claridad adelante.
De cualquier forma el daño ya estaba hecho. México goleó, encontró mejores vías de ataque, mostró solidez defensiva y se declara en pie para defender lo que es suyo, el título del mejor de Concacaf.
Si hay confirmación o no de este nivel se sabrá a partir del domingo.
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