martes, 30 de agosto de 2011

Pierden su brillo

EL DIARIO


Daegu, Corea del Sur— El domingo fue una salida en falso. Ayer fue un roce con un rival.

Draconianas interpretaciones de los reglamentos han crucificado a las mejores figuras del Mundial de atletismo. Un día después de que Usain Bolt fuese descalificado en la final de los 100 metros por una salida en falso, el cubano Dayron Robles corrió la misma suerte luego de ganar la otra carrera más esperada de la justa, los 110 con vallas.

Los jueces dictaminaron que Robles rozó con su mano derecha en las últimas vallas al chino Liu Xiung, obstruyéndole.

Robles había cruzado la meta, dio la vuelta olímpico en el Estadio de Daegu, posó para fotos con la mascota y hasta formuló declaraciones sobre lo que hubiese sido la conquista del título que le faltaba en su trayectoria.

Pero los chinos presentaron una apelación que desencadenó un proceso que tomó dos horas y media.

Los jueces descalificaron al dueño del récord mundial y le dieron el oro al estadounidense Jason Richardson. La delegación cubana apeló la decisión, pero el recurso fue rechazado.

Liu, quien había llegado tercero, afirmó que Robles “me empujó al llegar a la novena valla y eso me frenó ... por un momento creí que iba a ser el campeón, pero Robles me empujó”.

El podio quedó así: Richardson con oro, Liu con plata y el británico Andrew Turner con bronce.

A la vista de los periodistas, aunque separados por un vidrio, Robles y sus acompañantes cubanos esperaron ansiosos una resolución favorable de la apelación.

Cuando la misma no llegó, Robles reaccionó apesadumbrado al tiempo que el vicepresidente del Instituto Cubano del Deporte y presidente de la Federación Cubana de Atletismo, Alberto Juantorena, apareció en la sala con las malas noticias. El vallista de 24 años apoyó su frente contra una pared antes de buscar la salida.

Lo que se apreció después fue todo un pandemonio, con un enjambre de periodistas detrás suyo en procura de declaraciones. Pero Robles guardó un silencio sepulcral.

La única y escueta reacción la dio su entrenador Santiago Antúnez: “¡Él ganó”.

Antes de conocer que había sido descalificado, Robles afirmó que los roces son cosa común en la carrera.

“Es algo que puede pasar en las vallas porque vamos muy juntos”, señaló el vigente campeón olímpico.

Liu declaró que no cree que Robles tuvo malicia al coincidir que es una competencia de mucho contacto en carriles muy ajustados.

“Lamento mucho lo ocurrido, así es la competencia y además somos muy buenos amigos”, dijo Liu.

Y en medio de todo esto fue Richardson quien se llevó la presea dorada.

“Es algo agridulce. Por nada del mundo quieres que alguien tan talentoso como Robles sea descalificado”, indicó Richardson.

Fue un desenlace novelesco para una carrera con cartel de lujo al aglutinar por primera vez en la final de un competencia de envergadura a Robles, Liu y David Oliver, los tres hombres más rápidos de la historia.

Oliver quedó cuarto y en su cuenta de Twitter opinó que el resultado inicial no debió ser modificado: “Eso pasa en cada carrera con vallas, me pasó en la semi ... qué mala suerte”.

La controversia dejó en segundo plano las victorias de la estadounidense Carmelita Jeter (100 metros) y la bostwanesa Amantle Montsho (400 metros).

Jeter vino de atrás para ganar los 100 al superar a la jamaicana Veronica Campbell-Brown. La trinitaria Kelly-Ann Baptiste obtuvo el bronce.

Se esperaba que Estados Unidos se quedara con el máximo laurel en los 400 femeninos. Montsho trastocó el libreto y le dio a Botswana su primera medalla en un Mundial, y de oro.

Allyson Felix, la estadounidense que ha ganado 200 en los tres últimos mundiales, entró junto a Montsho en la recta final, pero no pudo desplazarla.

Fue así que se desvaneció el objetivo de Felix de completar un doblete 200-400 en el Mundial, en el que también competirá en dos relevos.

Cuba logró un podio en el salto con pértiga gracias a Lázaro Borges, quien se colgó la plata. El oro fue para el polaco Pawel Wojciechowski con una marca de 5.90 metros. Borges también logró un 5.90, pero el polaco lo hizo en el segundo intento y el cubano en el tercero. El francés Renaud Lavillenie ganó el bronce con 5.85.

“Siempre soñé con estar en un Mundial y lo cumplí (...) mi objetivo siempre fue representar bien a Cuba, las raíces, el barrio”, dijo Borges.

Los otros ganadores de la jornada fueron el japonés Koji Murofushi (martillo) y la neozelandesa Valerie Adams (bala). Murofushi, el campeón olímpico en 2004, conquistó el primer título mundial a sus 36 años. Adams, por su lado, embolsó su tercer cetro consecutivo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario