Adiós a un grande

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A Ramón Morales le faltaron seis partidos para llegar a 500 en Primera División; con la Selección Mexicana jugó 56 compromisos.

Ramón Morales anunció su retiro oficial de las canchas, con casi 500 partidos en Primera División, 73 en torneos internacionales y más de 50 con la Selección Mexicana.

Debutó con los Rayados de Monterrey en la campaña 1995-96, el 22 de septiembre ante Tecos en el Tres de Marzo en la derrota rayada 3-2. Consiguió tres anotaciones con esta institución en seis torneos saliendo en el Invierno 98.

Eran los principios de 1999, la afición del Guadalajara se encontraba muy molesta por la venta de Ramón Ramírez al América, la directiva rojiblanca lo contrató tras salir de los rayados cuando no era un jugador muy conocido con los regios.

De hecho, Ricardo Ferretti no lo solicitó y lo tenía contemplado para jugar en la Primera División "A", con Chivas Tijuana. Ante la falta de refuerzos, el jugador nacido en La Piedad, se quedó con el primer equipo. Su primer amistoso sucedió en San Diego en el empate 1-1 ante Necaxa el 8 de enero en la Copa Coliseo. Entró en el minuto 67 por Manuel Martínez con la camiseta número 16, de manga larga.

Ya para el torneo regular, utilizó la casaca número 30 ya que quedó vacante el siete que dejó el otro Ramón Morales. Su primer partido de liga fue el 17 de enero ante Santos; su primera anotación el 3 de abril ante Puebla en el Cuauhtémoc con un zurdazo impresionante.

Para el Invierno 99, cambió al número 11 con el que fue identificado en el Guadalajara. Sus actuaciones empezaron a llamar la atención, se convirtió en un especialista en los tiros de castigo, en el lugar que había dejado vacante Benjamín Galindo. Su primera anotación desde esta instancia se lo hizo al Necaxa en el Invierno 2000, en un duelo ante un Estadio Azteca lleno, en un sábado de gloria. El Rebaño ganó 4-2, se lo realizó a Alexandro Álvarez.

En total convirtió 12 de tiro libre con Chivas, los más recordados: el de último minuto al Toluca que le dio el empate al equipo en el Clausura 2007, precisamente cuando le dieron el gafete de capitán tras la salida de Oswaldo Sánchez, o el que le anotó a los mismos Diablos pero en el Clausura 2009 cuando jugó con un problema estomacal y no tomó vuelo en su disparo para vencer a Hernán Cristante.

En la fase de recalificación del Clausura 2003 ante Cruz Azul, hizo recordar a Franz Beckenbauer en el partido del siglo ante Italia donde jugó con el brazo enyesado. Ramón se luxó el brazo derecho y al no haber cambios continuó jugando aún lesionado donde Guadalajara se llevó una goleada 4-1. En la remontada con el mismo marcado en la vuelta en el Jalisco ya no tuvo actividad.

En el Apertura 2004, en la fecha uno ante Atlante, consiguió un gol olímpico en la goleada 7-0. La última vez que un jugador de chivas hacía algo similar fue cuando lo realizó Fausto Vargas en un clásico ante América en 1968, pero en un duelo de Copa.

Con una gran actuación en la liguilla, anotando tres tantos, dos ante Cruz Azul y uno ante América de penal, se coronó campeón con Chivas, el equipo de sus amores desde la infancia. De hecho estuvo a punto de anotar en la final pero el tiro libre que cobro en la vuelta ante Toluca se estrelló en el travesaño.

Con el rebaño logró una marca ser el máximo tirador de penales de Chivas, superando los 29 que tiró Benjamín Galindo. Ante las fallas de Joel Sánchez ante Pumas e Israel López ante Toluca en el Verano 2002, Óscar Ruggeri lo convirtió en el tirador oficial. Cobró 32, acertó 26 y falló seis, dos ante Atlas, uno ante América, Celaya, Santos y Necaxa.

Al finalizar el Apertura 2009, es corrido por el propietario del Guadalajara, Jorge Vergara. Intentaron mandarlo a Chivas USA pero él se negó. Paró seis meses y fue contratado por Tecos. Lo más destacado que realizó fue el triunfo que le dio a su equipo ante San Luis con una anotación de tiro libre. Para este torneo fue dado de baja de los Tecolotes y ya no fue contemplado por ningún equipo de primera división.

De sus momentos más amargos con el Rebaño fueron la final perdida ante Pumas en el Clausura 2004, y dos penales fallados en momentos claves, el que le detuvo Antonio Pérez en la ida de los cuartos de final del Apertura 2004 ante Atlas y el atajó el brasileño Ceni del Sao Paulo en la semifinal de vuelta de la Copa Libertadores.

Javier Aguirre lo debutó con la Selección Mexicana ante Brasil en la Copa América 2001. Aún prevalece la polémica cuando "El Vasco" lo sacó en el primer tiempo para que ingresara Luis Hernández en el Mundial Japón Corea 2002, donde había tenido una gran primera fase.

También participó en Alemania 2006. Con 56 partidos con la verde y seis anotaciones, sus dos más recordadas son las que realizó en la Copa América de Perú en 2004 ante Argentina y en Venezuela 2007 ante Brasil, ambas ejecuciones de tiro libre.

En liga, jugó 494 partidos, consiguiendo 69 anotaciones y un título de liga. Fueron 73 cotejos y 14 goles en torneos internacionales con clubes y 56 compromisos, con seis goles en el Tri. Un total de 723 juegos y 89 anotaciones siempre a gran nivel.