martes, 13 de septiembre de 2011

Cerebro y talento

ESPN


MIAMI -- Cuando Tom Brady está encendido, es sencillamente imparable.

Sus estadísticas de este lunes por la noche hablan por sí solas: 31 de 46 pases completados para 511 yardas, un récord personal y de la franquicia, con cuatro touchdowns y apenas una intercepción tras un pase desviado.

Pero miremos por un momento más allá de las estadísticas. Porque Brady ganó este juego de más formas que con su brazo.

El juego inició con probablemente la mejor serie en la carrera de Chad Henne. Más de siete minutos y un touchdown por tierra del propio mariscal en una magistral llamada de Brian Daboll, para enviarle un mensaje fuerte y claro a los Patriots.

Sin embargo, como todo gran jugador, Brady aguantó el golpe y devolvió una combinación de impactos que fue imposible de remediar.

Primero hizo una cuenta fuerte para mantener a los jugadores de carga honestos luego de una penalidad por fuera de lugar.

Luego, la línea ofensiva de New England, que llegaba con varias dudas, protegió de maravilla a Brady, y éste con tiempo lideró dos series consecutivas de touchdown.

El novato Nate Solder hizo un gran trabajo sobre Cameron Wake, y Brady impuso un ritmo frenético que los jugadores defensivos de Miami no pudieron aguantar.

Se supone que los jugadores de Miami tendrían la ventaja jugando en el calor y la humedad de la Florida, pero su físico no resistió.

Primero fue Vontae Davis quien debió salir por calambres. Luego, el otro esquinero titular Sean Smith sufrió el mismo mal, Brady lo vio y lo atacó para que el ala cerrada Aaron Hernández llegase a la yarda 1.

Ya sin sus dos esquineros titulares, Brady atacó a Nolan Carroll, que se especializa en retornos, y continuó haciendo añicos a una defensiva que se suponía sería de las 10 mejores de la liga.

Una obra maestra de Brady, primero intelectualmente, y luego plasmada en el emparrillado con esas habilidades únicas que tiene.

En el interino, Brady utilizó a sus dos alas cerradas Rob Gronkowski y Aaron Hernández a mansalva.

Miami ya venía teniendo muchos problemas para cubrir alas cerradas, razón por la cual trajeron al apoyador Kevin Burnett que brilló por su ausencia, pero evidentemente todavía tienen mucho trabajo por hacer.

Gronkowski y Hernández anotaron touchdowns en 11 de los 16 partidos de los Patriots la temporada pasada, y ésta noche anotaron los dos en el mismo encuentro por primera vez en su carrera.

Armas de lujo cortesía de otro gran draft de Bill Belichick en el 2010.

MIAMI MUESTRA DE MEJORÍA, PERO NO LA SUFICIENTE


Getty Images
Wake tuvo pocas oportunidades de pesar en el juego
Quedó muy claro que Chad Henne ha progresado y mucho con respecto al año anterior.

Se siente mucho más cómodo con el nuevo coordinador ofensivo, que le da más libertadas. Tiene mejor movimiento de pies, y sobre todas las cosas se lo nota con más confianza.

De hecho Henne lanzó para más de 400 yardas y dos touchdowns.

Tony Sparano ha abandonado su enfoque físico, y ha decidido ceder y abrir más la ofensiva para maximizar las virtudes de sus jugadores.

El problema es que la defensiva no se presentó a jugar, o al menos Brady no los dejó.

Se suponía que la unidad dirigida por Mike Nolan iba a ser de las mejores de la liga, pero en ningún momento pudo ejercer presión sobre Brady ni detener a la ofensiva de alto voltaje de los Patriots.

Pero de ninguna forma este conjunto de los Dolphins puede competir con los Patriots si van a intercambiar golpes.

New England los llevó a su juego, y Brady los hizo pagar.

Entre los dos equipos se combinaron para 909 yardas por aire, un nuevo récord de liga, y otra confirmación de que la NFL ha cambiado.

Improbable ver a un equipo coronarse como en el pasado lo hicieron los Baltimore Ravens con Trent Dilfer o los Tampa Bay Buccaneers con Brad Johnson.

La NFL ha cambiado, y teniendo en cuenta que cuentan con un hombre llamado Tom Brady en la posición de mariscal, son buenas noticias para los New England Patriots.

Los Dolphins volvieron a perder otro juego en casa, donde apenas ganaron uno el año pasado, y los Patriots ratificaron por qué son el rival a vencer en esta división.

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