lunes, 25 de julio de 2011

El campeón Uruguay pinta de 'celeste' al futbol de América

CNNMEXICO.COM.MX


En el popular barrio de La Boca o en la distinguida Recoleta. En cualquier punto de Buenos Aires, se podía ver a alguien con la camiseta de Paraguay o de Uruguay.



A la mañana, en el precioso Parque 3 de Febrero del barrio de Palermo, el trote suave y la tranquilidad dominguera de los corredores se vio alterada por bocinazos de autos, motocicletas, camionetas y micros que llegaban de diferentes ciudades de los países que disputaron la final de la Copa América que ganó la celeste.



Al final del día, los charrúas terminaron festejando la obtención del torneo con este 3-0 sin atenuantes. El equipo de Oscar Tabárez sumó su torneo número 15 y se afirmó como una de las grandes potencias de la región, luego de haber obtenido un cuarto lugar en el Mundial de Sudáfrica del año pasado.


Desde temprano, a nadie fue fácil llegar a la capital de Argentina ni ingresar al Estadio Antonio V. Liberti. Varios días antes del inicio del partido, las entradas se agotaron y en la puerta de la cancha de River pedían hasta 800 dólares por una platea. Además, los pasos fronterizos tuvieron largas demoras en los últimos días y era misión imposible conseguir un pasaje en barco para cruzar el Río de la Plata que separa a Argentina de Uruguay.


Esta vez, el partido se vivió con tranquilidad en el barrio porteño de Nuñez, con esa camaradería de las copas y mundiales, que permiten a los aficionados rivales sentarse uno al lado del otro. Fue la primera vez que el estadio se reabrió al público, luego del escandaloso descenso del River a la segunda división y de los destrozos provocados por los fanáticos. Para que el estadio quedara en condiciones para disputar la final de la Copa América, el club y la Asociación del Fútbol Argentino gastaron más de un millón de dólares.



A la hora del juego, quedó confirmado que Uruguay fue el mejor del torneo, luego de una gran producción que derivó en un tres a cero sin atenuantes. Finalmente, ¿por qué el equipo de Oscar Tabárez es el nuevo Campeón de América? Las razones están en su propio rendimiento, claro, pero también en el flojo desempeño del finalista Paraguay y de las selecciones consideradas, a priori, favoritas.


Para analizar a Uruguay, hay que comenzar por el arco. Fernando Muslera fue garantía de seguridad durante todo el torneo. Quizás el punto máximo de su rendimiento se vio ante Argentina, cuando tapó tres o cuatros goles claros en los minutos en los que jugaban con un hombre menos. Y, a la hora de los penales, le tapó el suyo a Carlos Tévez. Para muchos, Uruguay comenzó a ganar el torneo en cuartos de final, dejando en el camino al dueño de casa y favorito para muchos.


En la defensa, el gran capitán Diego Lugano y el joven Sebastián Coates -elegido el Mejor Jugador Joven del Torneo- fueron también importantes para marcar y salir jugando. Y el mediocampo de Uruguay fue el que más representó esa entelequia llamada la garra charrúa. Diego Pérez juega, raspa y pone duro cuando lo cree necesario. Adelante, la celeste tuvo a Luis Suárez, el Mejor Jugador del Torneo, y a Diego Forlán, que juega en los 110 metros que tiene el campo de juego. Cada pelota parada, cada tiro libre, cada balón milimétrico tuvo el sello del jugador del Atlético de Madrid, que fue otro de los pilares fundamentales del equipo del Río de la Plata y marcó dos tantos en la final.


Los técnicos incuban miles de ideas sobre cómo ganar un partido. El principal mérito de Uruguay fue, quizás, elegir una y respetarla, a base de orden, disciplina y sentido colectivo. Y apenas algunas pinceladas de talento, muchas de las cuales aparecieron en la gran final. En una Copa América con pocos goles y escaso futbol, la celeste hizo más que el resto. Se mereció largamente la Copa. Salud celeste. Salud campeón.

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