miércoles, 12 de octubre de 2011

Se veía venir

ESPN


EAST RUTHERFORD -- El júbilo que los New York Giants sintieron después de su dramática victoria en Arizona la semana pasada fue reemplazado por una frustración enloquecedora el domingo por la tarde.

Mientras algunos jugadores se cambiaban en silencio en los vestidores, otros estaban perdidos en el intento de explicar la inexplicable derrota local de los Giants por 36-25 ante los Seattle Seahawks.

¿Cómo es posible que un conjunto de Seahawks que no había ganado ni un partido en Nueva York --ante los Giants o los Jets-- desde 1983 y que ha perdido 11 de sus últimos 12 juegos en la Costa Este haya derrotado a un equipo de Giants en plena racha ganadora?

Perdiendo el balón cinco veces, luchando en vano por establecer alguna clase de juego terrestre y defendiendo mal, los Giants encontraron una buena receta para una derrota humillante y desastrosa ante los Seahawks.

"Hace mucho tiempo que aquí no teníamos una sensación tan miserable", dijo el entrenador en jefe Tom Coughlin.

Pues bien, la derrota ante los Philadelphia Eagles el pasado mes de diciembre fue más desgarradora. Pero al menos requirió una remontada histórica de Michael Vick y un increíble regreso de patada de DeSean Jackson.

Este día, los Giants fueron vencidos en la segunda mitad por hombres como Charlie Whitehurst, Doug Baldwin y Brandon Browner.

"Es sorprendente la forma en que jugamos como equipo y como unidad", dijo el esquinero Aaron Ross.

Tal vez una de las cosas que se perdieron durante la euforia de la racha ganadora de tres partidos de los Giants y sus dos remontadas consecutivas en el último cuarto fue el hecho de que ganaron a pesar de algunas fallas importantes.

A pesar de lo grandioso que Eli Manning ha estado por momentos esta temporada, los Giants no han logrado acarrear el balón. Y por cada captura sensacional de Hakeem Nicks y Víctor Cruz, la defensiva de los Giants ha tenido problemas para contener a las figuras contrarias, sobre todo en el juego terrestre.

El domingo, estos puntos débiles --que incluyen la gran verruga del año pasado (las pérdidas de balón)-- se volvieron en contra de los Giants.

Ahmad Bradshaw sumó 58 yardas terrestres en apenas 17 acarreos y no anotó touchdowns. Jugando sin el corredor Brandon Jacobs (esguince en el ligamento lateral interno de la rodilla) y el centro David Baas (cuello/plexo braquial), el juego terrestre de los Giants no pudo más que promediar apenas 2.8 yardas por acarreo.

"Tenemos que hacer un mejor trabajo con nuestro desempeño", dijo Coughlin. "Tenemos que hacer un mejor trabajo en el plan de juego para encontrar una manera de manejar, durante dos semanas seguidas, el profundo ha estado ahí abajo y eso ha sido un problema. Podemos hacerlo mejor que esto".

Las cosas probablemente no se pondrán más fáciles considerando que el mejor liniero ofensivo de los Giants, Chris Snee, sufrió una conmoción cerebral hacia el final del partido y tuvo que pasar la noche en observación en un hospital local.

Es posible que la semana que viene los Giants tengan que enfrentarse al avenidizo conjunto de Buffalo sin su centro titular y su guardia derecho.

Pero al menos los Giants han sido capaces de compensar la falta de un juego terrestre con un potente ataque aéreo. Manning lanzó para 420 yardas y tres touchdowns y el espectáculo de Víctor Cruz continuó con ocho recepciones para 161 yardas y un increíble touchdown de 68 yardas tras hacer malabares con una sola mano con un balón desviado en el último cuarto.

El touchdown de Cruz ayudó a poner a los Giants 22-19 arriba con 12:37 minutos restantes en el reloj. Una tercera remontada consecutiva estaba en proceso.

Pero la defensiva, que sin lugar a dudas dejará al coordinador defensivo Perry Fewell sin dormir después de Seattle, no logró mantener dos ventajas en el último cuarto.

Los Giants tuvieron la oportunidad de compensar una primera mitad mediocre en la que le cedieron 242 yardas de ofensiva total a un equipo que llegó al juego promediando 254 yardas por partido en el último lugar de la NFL en ofensiva total.

A pesar de que Pete Carroll le dijo a la prensa durante la semana que los Seahawks trabajarían con una ofensiva sin interrupción, los Giants no lograron evitar que Tarvaris Jackson destrozara su secundaria. Marshawn Lynch, quien llegó a este partido con un total de 141 yardas terrestres, sumó 68 yardas por tierra en la primera mitad en apenas cinco acarreos.

"Sabíamos que se venía, nos preparamos para eso, pero simplemente no tuvimos una respuesta para ellos hoy", dijo el ala defensiva Osi Umenyiora sobre la ofensiva sin interrupción de los Seahawks. "Practicamos para eso toda la semana. Sabíamos que se venía. Simplemente no fuimos capaces de detenerlos".

Pero todo eso quedó en el olvido en el último cuarto, cuando los Giants tuvieron la oportunidad de asegurarse el partido. Arriba 25-22 en el marcador con 4:49 por jugar, los Giants permitieron que Whitehurst, quien ingresó cuando Jackson tuvo que salir por una lesión en el pectoral durante el tercer segmento, marchara las 80 yardas de los Seahawks en poco más de dos minutos para un touchdown. Whitehurst alcanzó a un Baldwin completamente abierto con un pase de touchdown de 27 yardas cuando Ross y Antrel Rolle fueron a cubrir al receptor abierto externo, Ben Obomanu.

En esa misma jugada, Umenyiora saltó fuera de juego, pero los árbitros no detuvieron la acción. Ross dijo que él y Rolle tuvieron un problema de comunicación y que no se detuvieron en la jugada por la bandera.

Los Giants podrán haber jugado sin su capitán defensivo Justin Tuck, quien estaba fuera con lesiones en el cuello y la ingle. Sin embargo, ésta es la clase de fallas que el equipo no puede darse el lujo de cometer. Y cuando Manning y Cruz tuvieron la oportunidad de sellar otra victoria remontada, Cruz se resbaló en una ruta corta sobre la línea de 6 yardas de los Seahawks y el pase se le escapó de los dedos para caer en manos de Browner, quien lo regresó 94 yardas para el touchdown que selló el triunfo. Manning terminó lanzando tres intercepciones, algo a lo que los Giants no podrán sobrevivir a menudo.

"Es una lástima perder un partido por una jugada así", dijo Manning. "Es preferible que te superen por el esquema o por el juego".

El calendario de los Giants será realmente brutal a partir de noviembre, cuando tendrán que encontrar la manera de detener a Tom Brady, Vick, Drew Brees y Aaron Rodgers, entre otros.

Es por eso que los Giants deben ganar los partidos que se supone que deberían ganar. No tendrán mucho margen de error más adelante en el año.

Los Giants tienen que encontrar la manera de empezar a acarrear el balón. Y, lo que es más importante, deben encontrar la manera de mejorar su defensiva. De lo contrario, terminarán con una racha opuesta, de la clase que los deja frustrados y sin palabras en los vestidores después de los partidos.

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