martes, 11 de octubre de 2011

Reacción inmediata

ESPN


Cinco observaciones rápidas sobre el triunfo de los Detroit Lions sobre los Chicago Bears, por 24-13, en el "Monday Night Football" de la Semana 5:


AP
Best ayudó a poner el juego en la congeladora

Protección inexistente. Es casi imposible de explicar. Simplemente parece que conforma pasa el tiempo, la línea ofensiva de los Bears juega peor y peor cada vez. En este momento, puedo afirmar sin temor a equivocarme que J'Marcus Webb es el peor tackle izquierdo titular en la NFL. Sin Gabe Carimi en el lado derecho, Frank Omiyale volvió a parecer lo que es: un guardia jugando fuera de posición, con muchos problemas bloqueando en el espacio. El mariscal de campo de Chicago, Jay Cutler, rara vez tuvo la oportunidad de plantar los pies apropiadamente durante toda la noche, y así es difícil pedir un buen desempeño del pasador. Hasta cuando no tuvo a defensivos tan cerca, era claro que tenía muy presente la presión en la mente, como en su pase de anotación al ala cerrada Kellen Davis. Cutler estaba apresurándose sin motivo, mostrando los llamados "happy feet", hasta que afortunadamente encontró receptor en las diagonales. Lo peor de todo es que la línea no sólo afecta el rendimiento de Cutler, sino a todo el equipo. Con tantos castigos en el juego, es difícil para cualquier equipo, con el mariscal de campo que sea, conseguir yardas y mover las cadenas.


El antídoto. Como contraparte al punto anterior, hay que señalar que los Lions parecen estar construidos ex profeso para aprovecharse de las carencias de los Bears en su línea ofensiva. Dejemos a un lado el hecho de que cuentan con el liniero defensivo más dominante en décadas en Ndamukong Suh. Los Lions llegaron al partido con nueve linieros defensivos, incluyendo al novato Nick Fairley, quien hizo su debut profesional esta noche. Con una rotación tan amplia, Detroit pudo mantenerse fresco en las trincheras, y nunca bajó la intensidad de su presión sobre Cutler. Además, el entrenador en jefe Jim Schwartz gusta de emplear la técnica llamada "Wide-9" para sus alas defensivas, un concepto que trajo de sus días como coordinador defensivo de los Tennessee Titans. Los alas defensivas alinean mucho más abierto de lo normal, para tratar de ganar la esquina con mayor facilidad en su camino al mariscal de campo. Tiene sus riesgos, pero el día de hoy, funcionó a la perfección ante tackles por debajo del promedio como Webb y Omiyale.


Complementos perfectos. Los Lions han ido construyendo un buen núcleo de jugadores jóvenes en los drafts más recientes, donde destacan el mariscal de campo Matt Stafford, el receptor abierto Calvin Johnson, el ala cerrada Brandon Pettigrew, el corredor Jahvid Best, el profundo Louis Delmas, y por supuesto el dominante Suh. Sin embargo, los jugadores que han llegado aquí recientemente desde otros equipos, han complementado muy bien al núcleo adquirido vía draft. Hablo en particular de jugadores como los apoyadores Stephen Tulloch, Bobby Carpenter, el ala defensiva Kyle Vanden Bosch, y el esquinero Eric Wright. Detroit había invertido en agentes libres en el pasado, pero este grupo de jugadores defensivos se diferencia de otros en que han conseguido una química genuina con Schwartz y los jugadores que ha había en plantilla. Eso es exactamente lo que se busca con las contrataciones de temporada baja.


No siempre se puede. Los Lions jugaron contra el espectacular especialista en devoluciones de patada, Devin Hester, a la perfección. Detroit dirigió bien sus patadas de despeje hacia donde no estaba Hester, y siempre con buen tiempo en el aire. En patadas de salida, Hester tampoco tuvo muchas oportunidades. Estaba tan desesperado por realizar una jugada, que cometió el error de prácticamente levantar un balón del suelo cuando estaba encarrerado cerca de las laterales. Hester no pudo evitar salirse después de atrapar el ovoide, y dejó a sus Bears en mala posición de campo. Cabe resaltar que Chicago no tuvo buena posición de campo durante el partido, y buena parte se debe al gran trabajo de equipos especiales en este respecto. Tomemos en cuenta que esto viene una semana después de que Hester se apoderara del partido ante los Carolina Panthers, ayudando a impulsar a su equipo al triunfo.


La evolución. Sabíamos de inicio que los Lions contaban con una ofensiva explosiva, capaz de generar yardas por racimos y de poner puntos en el marcador. También sabíamos que si se veían abajo en el marcador, tenían la capacidad de remontar, tal y como sucedió esta noche. Lo que no estábamos seguros era si eran capaces de sellar un resultado por la vía terrestre. Detroit contaba con el novato Mikel Leshoure para este tipo de tareas, pero el novato se lesionó antes del inicio de temporada, y existía incertidumbre si Best podría con todo el paquete terrestre. No solamente ayudó Best a asegurar el encuentro, sino que ayudó --a su manera-- a seguir desgastando a la defensiva de Chicago. Con el partido a favor de los locales, 14-10, Best puso el encuentro en el bolsillo de los Lions con una escapada de 88 yardas en la que ni siquiera fue tocado. Gracias a un tremendo diseño de la jugada, donde Lance Briggs quedó fuera de acción sin necesidad de ser bloqueado, y los Lions contaron con un par de bloqueos dos contra uno en la línea pese a que los Bears tenían a ocho en la caja, Best simplemente tuvo que quitarse a los lentos profundos de Chicago, con un corte de cadera y mucha velocidad, para conseguir lo que debe ranquear como una de las anotaciones más sencillas de su joven carrera. Best corrió en total para 163 yardas, de las cuales 151 llegaron en la segunda mitad. Bien dice constantemente Ron Jaworski, ex mariscal de campo de la NFL y analista de ESPN para los MNF: "Se lanza para anotar, se corre para ganar". Los Lions demostraron esta noche que tienen la faceta necesaria para ganar partidos trabajando los marcadores a su favor mediante el ataque terrestre. Eso es un paso hacia adelante.

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