viernes, 4 de marzo de 2011

Monterrey, rival de La Máquina

EL PUEBLO

Rayados se enfrentará a Cruz Azul en las semifinales de la Liga de Campeones de la Concacaf, al derrotar por 1-0 a los Diablos Rojos del Toluca y así acumular un marcador global de 2-0.

Neri Cardozo, a los 87 minutos de juego, definió el partido, un duelo seco, muy duro, en donde los rojos no metieron el acelerador a fondo, apenas lo intentaron y los regios aprovecharon la única oportunidad clara que tuvieron en el duelo celebrado en un estadio Tecnológico, como siempre, abarrotado.

De inicio, el partido parecía inclinado para los Rayados, de Víctor Manuel Vucetich. El equipo local movió el balón a donde quiso, ante la visita que se limitaba solamente a observar cómo era superado. Fue cuestión que Sergio Lugo, técnico choricero, acomodara sus piezas para que el juego se igualara, lo que propició que el ritmo disminuyera y poco a poco, el prometedor espectáculo se escondiera ante el Cerro de la Silla.

Mientras, en la banca, Antonio Naelson Sinha, el cerebro del Toluca, aguardaba, disminuido físicamente, a que su técnico decidiera a meterlo, aunque sea un minuto. Era un gol lo que necesitaba el Diablo para mandar el juego a tiempo extra. La entrada del naturalizado mexicano era inminente, si es que se quería proponer algo en la cancha.

El inicio de la segunda parte fue una calca de la primera, arrancó de forma prometedora, pero volvió al tedio.

Rayados intentó ir al frente, pero minutos después, Toluca niveló y mandó al juego otra vez al aburrimiento. Así Monterrey se conformó al saber que el reloj jugaba a su favor.

No se inquietaron de más los Rayados, el juego lo tenían controlado. Lo más peligroso que ofrecía el Toluca era los intentos de ataque de los defensas centrales: Diego Novaretti y Édgar Dueñas. Sólo había nerviosismo cuando veían que se aproximaba un cambio, pero al momento en que se daban cuenta de que Sinha permanecía sentado, todo volvía a la tranquilidad.

Cerca del final, Carlos Esquivel tuvo en su cabeza el gol que daba el empate a la visita, pero lo echó a un lado; mas Neri Cardozo, quien entró de cambio, no desperdició la oportunidad y al coronar un gran servicio de Aldo de Nigris, firmó el pase de Rayados a las semifinales contra los cementeros en una repetición de la final del Bicentenario 2010, donde los regios ganaron.

Los intentos desesperados de Toluca fueron de risa. Sinha se quedó en la banca, en una clara muestra de que al técnico Lugo no le interesaba el torneo, porque aunque estuviera lesionado, el volante salió a la banca, lo que significaba que tenía posibilidades de jugar. Es preocupante lo que le ocurre al Diablo, que en la Liga pierde gas y en la Concacaf tiró su oportunidad.

Rayados hizo lo justo y recibió el premio que buscó. Le costó trabajo, pero se demuestra que a pesar de la ausencia de Humberto Suazo, hay plantel para no depender de él y seguir en la búsqueda del Mundial de Clubes.

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