EL UNIVERSAL
Los Pumas se notan cansados y con hartazgo cuando se les recuerda que llevan más de seis meses sin ganar fuera del estadio Olímpico Universitario, donde su rugido goleador languidece con dos goles en los últimos 720 minutos. Anhelan la victoria para evitar más cuestionamientos y romper ese maleficio hoy ante Estudiantes-Tecos, porque ya no se pueden dar el lujo de volver a perder de visitantes, admiten.
El aburrimiento de caer fuera de Ciudad Universitaria ya invadió el seno felino. Su última victoria fue ante Pachuca el 27 de febrero (3-0) en el estadio Hidalgo. Por ello, quieren ir por al asalto de los tres puntos al 3 de Marzo, para revertir su negro historial cuando están lejos de la Torre de Rectoría.
Ganar esta noche significaría no sólo aniquilar una racha de ocho juegos sin ganar en canchas foráneas con cinco derrotas y tres empates, sino reivindicarse con su afición, después de haber caído ante San Luis (o-1) el domingo pasado en casa, donde tenían un invicto de casi un año.
Además, Cruz Azul ya comenzó la escapada en el liderato del Grupo Tres con 18 puntos por 11 de los del Pedregal, que se ubican en el cuarto puesto del sector. La clasificación a la Liguilla comenzará a complicarse para los felinos, si no enmiendan el camino cuanto antes.
“Para la afición y para nosotros mismos [es importante ganar de visitantes]. Demostrarnos que se puede ganar lejos de nuestra cancha. El equipo ha salido a buscar el triunfo en las últimas visitas, pero infelizmente no se ha podido lograr. Esperemos que ante Estudiantes podamos recuperar el futbol perdido ante San Luis y sumar tres puntos”, expone el mediocampista puma, Leandro Augusto.
Los felinos tendrán como reto a Estudiantes-Tecos. El rival luce a modo para quebrar su racha sin victorias como visitante por ser un equipo que sólo ha ganado una vez en cuatro juegos de local esta temporada.
Sin embargo, el viaje a Jalisco representa una pesadilla para Pumas. La distancia entre el Distrito Federal y la Perla de Occidente equivale para los universitarios un récord de 25 derrotas, 17 empates y sólo 6 victorias en la historia de los torneos cortos. Es decir, su porcentaje de efectividad es de 12.5% cuando visitan al Atlas, al Guadalajara (con nuevo estadio) y a la Universidad Autónoma de Guadalajara.
El 3 de Marzo se ha convertido también en una aduana insufrible para los ahora dirigidos por Guillermo Vázquez. Suman tres derrotas en las últimas tres ocasiones que pisaron esa cancha, tanto en temporada regular y Liguilla. Por si fuera poco, no marcaron gol y se llevaron siete en contra en esos duelos.
“Nos ha faltado fortuna [de visitantes]. No hemos metido las opciones de gol que tenemos. Sí, se nos ha complicado cuando salimos. Ganar en casa te hace fuerte en el aspecto emocional, pero hacerlo afuera siempre va a ser motivante para nosotros”, reconoce el delantero auriazul, Juan Carlos Cacho.
Pumas quiere hacer uso de aquellos recuerdos ganadores, como aquel del Clausura 2008, cuando derrotaron por última vez a Estudiantes en Zapopan, con dos goles de Esteban Solari. Sobre todo, lo desean porque saben que el boleto a la fase final corre riesgo de no sumar puntos fuera de CU. Esos seis meses sin ganar en patio ajeno son “sólo estadísticas”, pero los puntos que no sumen al final pueden ser la diferencia entre estar o no en la disputa por un nuevo título del futbol mexicano.
“Jugamos a ganar, nunca jugamos ni para buscar el empate; obviamente, tampoco para perder. La idea está en Liguilla. Estos tres puntos nos son fundamentales. Si aspiramos a pelear el campeonato, tenemos que ganar el partido, no importa si es de local o de visita”, enfatiza el mediocampista Israel Castro.
Pumas tiene una cita con su historia reciente. Sufre de visita, al grado de pelearse con los goles. La mística invicta del Olímpico Universitario se quebró la semana pasada. Los auriazules ven hacia adelante para recuperar la senda de la victoria y evitar que se les siga cuestionando por qué no ganan como visitantes, porque de eso ya están aburridos.
El aburrimiento de caer fuera de Ciudad Universitaria ya invadió el seno felino. Su última victoria fue ante Pachuca el 27 de febrero (3-0) en el estadio Hidalgo. Por ello, quieren ir por al asalto de los tres puntos al 3 de Marzo, para revertir su negro historial cuando están lejos de la Torre de Rectoría.
Ganar esta noche significaría no sólo aniquilar una racha de ocho juegos sin ganar en canchas foráneas con cinco derrotas y tres empates, sino reivindicarse con su afición, después de haber caído ante San Luis (o-1) el domingo pasado en casa, donde tenían un invicto de casi un año.
Además, Cruz Azul ya comenzó la escapada en el liderato del Grupo Tres con 18 puntos por 11 de los del Pedregal, que se ubican en el cuarto puesto del sector. La clasificación a la Liguilla comenzará a complicarse para los felinos, si no enmiendan el camino cuanto antes.
“Para la afición y para nosotros mismos [es importante ganar de visitantes]. Demostrarnos que se puede ganar lejos de nuestra cancha. El equipo ha salido a buscar el triunfo en las últimas visitas, pero infelizmente no se ha podido lograr. Esperemos que ante Estudiantes podamos recuperar el futbol perdido ante San Luis y sumar tres puntos”, expone el mediocampista puma, Leandro Augusto.
Los felinos tendrán como reto a Estudiantes-Tecos. El rival luce a modo para quebrar su racha sin victorias como visitante por ser un equipo que sólo ha ganado una vez en cuatro juegos de local esta temporada.
Sin embargo, el viaje a Jalisco representa una pesadilla para Pumas. La distancia entre el Distrito Federal y la Perla de Occidente equivale para los universitarios un récord de 25 derrotas, 17 empates y sólo 6 victorias en la historia de los torneos cortos. Es decir, su porcentaje de efectividad es de 12.5% cuando visitan al Atlas, al Guadalajara (con nuevo estadio) y a la Universidad Autónoma de Guadalajara.
El 3 de Marzo se ha convertido también en una aduana insufrible para los ahora dirigidos por Guillermo Vázquez. Suman tres derrotas en las últimas tres ocasiones que pisaron esa cancha, tanto en temporada regular y Liguilla. Por si fuera poco, no marcaron gol y se llevaron siete en contra en esos duelos.
“Nos ha faltado fortuna [de visitantes]. No hemos metido las opciones de gol que tenemos. Sí, se nos ha complicado cuando salimos. Ganar en casa te hace fuerte en el aspecto emocional, pero hacerlo afuera siempre va a ser motivante para nosotros”, reconoce el delantero auriazul, Juan Carlos Cacho.
Pumas quiere hacer uso de aquellos recuerdos ganadores, como aquel del Clausura 2008, cuando derrotaron por última vez a Estudiantes en Zapopan, con dos goles de Esteban Solari. Sobre todo, lo desean porque saben que el boleto a la fase final corre riesgo de no sumar puntos fuera de CU. Esos seis meses sin ganar en patio ajeno son “sólo estadísticas”, pero los puntos que no sumen al final pueden ser la diferencia entre estar o no en la disputa por un nuevo título del futbol mexicano.
“Jugamos a ganar, nunca jugamos ni para buscar el empate; obviamente, tampoco para perder. La idea está en Liguilla. Estos tres puntos nos son fundamentales. Si aspiramos a pelear el campeonato, tenemos que ganar el partido, no importa si es de local o de visita”, enfatiza el mediocampista Israel Castro.
Pumas tiene una cita con su historia reciente. Sufre de visita, al grado de pelearse con los goles. La mística invicta del Olímpico Universitario se quebró la semana pasada. Los auriazules ven hacia adelante para recuperar la senda de la victoria y evitar que se les siga cuestionando por qué no ganan como visitantes, porque de eso ya están aburridos.
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