martes, 24 de enero de 2012

Chivas: Prohibido volver a equivocarse

ESPN
Jorge Vergara está a la espera de un correo electrónico que debe llegarle hasta la Sierra Tarahumara, el sitio donde se encuentra en estos momentos en una gira de carácter humanitario. El dueño de Chivas espera una lista que debe proponerle Rafael Ortega con los candidatos a dirigir al equipo: Se busca alguien joven, preparado internacionalmente, con experiencia en primera división y que entienda la filosofía del Guadalajara. ¿Existe ese personaje o acaso lo tendrá que prefabricar? La única realidad es que Chivas no puede cometer el mismo error que cometió con Quirarte y que antes había cometido en nombres como Azkargorta, Ramírez y Arias


LOS ANGELES -- "Le dimos un Ferrari y nos devolvió un Volkswagen".

La frase del lunes quedará ahí, para la posteridad, pero por lo que tendrá que ocuparse ahora Jorge Vergara es por no entregarle el auto --para seguir en el mismo contexto-- a un entrenador que no tenga los fundamentos para sentarse en el banquillo del Guadalajara. Chivas se equivocó. Jorge Vergara se equivocó. Rafael Ortega se equivocó. No hay más. Fernando Quirarte fracasó porque no entendía la filosofía de juego que necesita un equipo como Chivas. Punto final. A buscar el hombre adecuado y sobre todo a no volver a equivocarse.

Durante casi 10 años al frente del equipo, jamás las Chivas de Vergara habían sido últimas, pero dentro de su proceso sí que tuvo tiempo para cometer errores muy parecidos al que se hizo en la elección de Quirarte. Y aprendiendo de esos "pecados", Chivas sabe hoy que cada vez que salió de casa a buscar un entrenador quizá afín a sus principios, pero no entregados por completo a sus ideales y no completamente bañado en su nuevo estilo de hacer las cosas, fracasó de forma estrepitosa. Ni Xavier Azkargorta, ni Paco Ramírez, ni Raúl Arias, ni Fernando Quirate dejaron algo positivo en el Guadalajara. Todo lo contrario. Lo único que se aprendió de ellos es que Chivas no puede darle el puesto de entrenador a un personaje que no reúna el exhaustivo cuaderno de cargos que debe tener la institución.

¿Qué sigue ahora? Encontrar al hombre adecuado. Esta mañana, el doctor Ortega me decía que estaba completando un estudio para presentárselo a Jorge Vergara a más tardar esta noche. El nuevo entrenador debía, primero, contar con una preparación de preferencia en el extranjero, tener cierta experiencia en primera división, entender la filosofía del club, trabajar con las fuerzas básicas, con los jugadores jóvenes y jamás pensar en que la solución llegará por medio de una chequera, es decir de un refuerzo. Un entrenador acorde a los nuevos tiempos, un "entrenador Vergarista", consciente de lo que tiene en manos, de las ventajas y limitaciones y que busque llevar al equipo hasta los sitios que hace no mucho conoció.

Personajes con ese perfil no parecen sobrar en el medio mexicano. Las especulaciones rondaban nombres como el de Salvador Reyes Jr., hoy en el cuerpo técnico de la selección mexicana de futbol o quizá como el de Ignacio Ambriz, quien tuvo una destacada actuación al frente del San Luis luego de la gran experiencia que acumuló siendo el auxiliar de Javier Aguirre en España. Vergara ha descartado a entrenadores jóvenes que no tienen la experiencia para sacar adelante el equipo de la crisis y dirigir dos torneos al mismo tiempo.

Así está el convulsionado mundo de Chivas. Buscando un nombre, una pista, un líder, una esperanza que les muestre el horizonte de salvación. Quirarte quedó en el pasado. Fue un lamentable error. Hoy Chivas tiene prohibido volver a equivocarse.

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