jueves, 10 de noviembre de 2011

Pacquiao y Márquez listos para batalla

ESPN


LAS VEGAS, Nevada -- Hay algo especial con respecto al final de toda trilogía en el boxeo. Pesan con fuerza las sombras de los dos combates que iniciaron la rivalidad entre ambos púgiles, pero también surge la tentación de juzgar la totalidad del enfrentamiento en base al último y definitorio combate entre ambos púgiles. Le pasó al recientemente fallecido Joe Frazier, más recordado por su abandono en la legendaria tercera pelea ante Muhammed Alí, que por ser el primer púgil en derrotarlo en el primer choque entre ambos, un pleito tan disputado y explosivo como el tercero. Y esa misma sombra se cierne con fuerza sobre el choque que protagonizarán este sábado, desde el MGM Grand de esta ciudad (HBO PPV, 9 p.m. ET), dos grandes púgiles de nuestros tiempos como lo son Juan Manuel Márquez y Manny Pacquiao, que luego de dos extenuantes e históricos combates entre sí se disponen a hacerlo nuevamente y así dejar en claro quién tiene derecho a reclamar superioridad sobre el otro.


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Y a la hora de hacer predicciones sobre qué cambiará en esta ocasión, la costumbre de ambos rivales de hablar solo con sus puños complica aún más las cosas.



"Mucha gente me conoce. No me gusta hablar fuera del ring. Me gusta hacer el trabajo arriba del ring y lo voy a hacer este sábado. Quiero darle una victoria a todos los mexicanos en el mundo y a todos en todo el mundo", sentenció Márquez (52-5-1, 38 KOs), quien buscará en este choque agenciarse no solamente el título welter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), en manos de su eterno rival, sino anotar una página más en su nutrido historial personal que, gane o pierda, lo tiene destinado al Salón de la Fama del boxeo.



La tarea de Márquez no es sencilla. Al amplio favoritismo de su rival filipino se suma también el antecedente de su poca fortuna en combates de gran envergadura a la hora de irse a las tarjetas, pero el mexicano no pierde la fe.



"Vamos a tener que ganar todos los rounds para que no pase lo que pasó en otras peleas, donde los jueces no hicieron lo que tenían que hacer", dijo Márquez, en alusión a los combates previos con Pacquiao, donde la victoria del filipino por apenas un punto en el segundo round se sumó al dudoso empate previo para abrir todo tipo de sospechas sobre la eficacia de los jueces de turno.



Todo eso, sumado a la explosividad y alta emotividad de esos dos choques, hicieron que el clamor por un tercer pleito crezca en el corazón de los fanáticos, a pesar de que no hubo una derrota por lado en los dos combates anteriores. Pero esa revancha se demoró, y ahora este combate encuentra a ambos peleadores ya lejos del peso en que disputaran aquellos combates. La demora bien puede haber favorecido a Pacquiao, que ha asimilado mejor el peso adicional acumulado, pero eso no parece preocupar a Márquez.




Mucha gente me conoce. No me gusta hablar fuera del ring. Me gusta hacer el trabajo arriba del ring y lo voy a hacer este sábado. Quiero darle una victoria a todos los mexicanos en el mundo y a todos en todo el mundo.


-- Juan Manuel Márquez


"Eso me pregunto yo también", respondió Márquez ante la pregunta de por qué se demoró tanto el tercer pleito entre ambos. "Pero eso quedó en el pasado. Ahora estamos listos para la pelea. En aquel momento todos esperaban que se hiciera de inmediato, pero no se dio".



Aún así, no se le escapa a nadie un dato de importancia: Márquez estará ganando hoy una cifra tres veces mayor a la que hubiese ganado en aquel momento, y todo gracias al enorme crecimiento que tuvo Pacquiao en estos años, habiendo acumulado una racha extraordinaria de 14 victorias ante rivales de primera categoría luego de aquel empate con Márquez.



"Las cosas pasan por una razón", dijo Márquez, señalando al mismo tiempo que el retiro es una opción lejana, gane o pierda este pleito. "No estamos pensando en retirarnos. Estamos pensando solamente en esta pelea".



POCAS PALABRAS, MUCHAS RAZONES
Para ser un boxeador de tantos logros, el filipino Manny Pacquiao (53-3-2, 38 KOs) es un púgil de relativamente pocas palabras. Solamente Floyd Mayweather y Sergio Martínez comparten con Pacquiao el podio de los tres mejores peleadores de la actualidad (en el orden que los lectores juzguen conveniente), pero Pacquiao quedaría relegado a la parte más baja de ese podio en lo que respecta a locuacidad. Aún así, la escasez de palabras del congresista filipino no se traduce necesariamente en escasez de conceptos valiosos.

"Esperemos que el sábado a la noche tengamos una gran pelea, porque entrenamos muy fuerte los dos para dar una gran pelea el sábado", dijo Pacquiao, en el inicio de la conferencia de prensa destinada a promover su choque con Juan Manuel Márquez, y su entrenador Freddie Roach se hizo eco de su sentimiento con un comentario similar. "Ya sé que Nacho (Beristain, entrenador de Márquez) tiene a su boxeador y listo para salir, y nosotros vamos a tener a nuestro boxeador listo para pelear. Van a haber muchos fuegos artificiales el sábado".



Hasta ahí, las formalidades propias del caso. Pero a la hora de hilar fino en el desarrollo posible del pleito que se avecina, Pacquiao suelta la lengua y ofrece detalles más interesantes sobre los posibles cambios que aplicará en esta ocasión.



"En estos siete años (desde el primer combate entre ambos) yo he cambiado. Ahora mismo soy diferente. Tengo más experiencia en boxear más, y he desarrollado mi mano derecha", enumera Pacquiao a la hora de exponer las razones por las cuales planea dominar con aún mayor solvencia a su rival de este sábado. Aún así, está claro que los choques anteriores fueron demasiado parejos como para que el mero desarrollo en una sola mano pueda llegar a hacer la diferencia, pero Pacquiao también tiene respuesta para eso. "El problema es que antes nunca había estudiado cómo pelear con un contragolpeador" como Márquez, afirma el filipino. "Luego estudié más ese estilo, y ahora me siento listo como para pelear con un contragolpeador".




El peso va a ser una gran diferencia", acota Pacquiao ante este comentario. "No es fácil subir de peso y mantener la velocidad, y Márquez es rápido, pero yo he sabido acumular mejor el peso.


-- Manny Pacquiao


Otra diferencia notable es el peso que Pacquiao ha acumulado con solvencia durante este trayecto de su carrera, y el fracaso sufrido por Márquez en su única incursión en el peso welter.



"El peso va a ser una gran diferencia", acota Pacquiao ante este comentario. "No es fácil subir de peso y mantener la velocidad, y Márquez es rápido, pero yo he sabido acumular mejor el peso", afirma Pacquiao, en tácita referencia a su paliza sobre un Antonio Margarito que lo superaba por 17 libras de más en el peso mediano junior, y ante rivales más corpulentos como Cotto y Mosley, todos ellos de mayor peso natural.



Otro aspecto de la rivalidad entre ambos se reveló en días recientes con la llamada "guerra de las camisetas". Aparentemente, Juan Manuel Márquez vistió una camiseta durante su visita a las Filipinas en la que se proclamaba el ganador de las dos peleas previas ante Manny Pacquiao. Eso no cayó bien en el campamento de Pacquiao, pero ambos negaron que ese episodio le diese un ambiente de mala sangre entre ambos peleadores. Pero eso no impidió que uno de los miembros del equipo de Pacquiao vistiera una camiseta con la foto del filipino y la palabra "Respeto" en español escrita debajo. Un pequeño anticipo de lo que puede llegar a ser una pelea con un poco más de emotividad de lo esperado.



"Él se dio cuenta de que no es bueno hablar mal de los demás", dijo Pacquiao sobre la actitud de Márquez, que no hizo otra cosa que ganarle cierto desdén por parte de un público filipino que siempre lo trató con mucho respeto. "No es bueno faltarle el respeto al rival". En cuanto a dejar que esas emociones adversas se suban al ring con ellos, Pacquiao se mostró aún más claro al afirmar que "(Márquez) es mi amigo, pero en el ring es mi trabajo derrotarlo".



Los comentarios de la conferencia de prensa siempre son genéricos y sin mayores revelaciones, pero a menudo adquieren un lado histriónico. Eso no es difícil de lograr con Manny Pacquiao, un boxeador que siempre hace comentarios risueños, voluntaria o involuntariamente. Al comentar su predisposición a realizar un combate mano a mano de principio a fin, Manny se mostró dispuesto a cumplir con esa promesa porque "Márques es un peleador que se faja mano a mano y eso siempre hace que las peleas sean buenas", pero luego lanzó un comentario que corrigió enseguida ante las risas cómplices de la gente presente. "Yo siempre rezo para que ningún boxeador salga lastimado, digo& muy lastimado. El boxeo es para lastimarse", corrigió Pacquiao de inmediato.



Con lesiones ocasionales o no, está claro que este choque promete probar quién de los dos será recordado como el mejor de este dúo, pero eso tampoco tiene muy preocupado a Pacquiao. "Yo no creo tener que probar nada más", afirma el múltiple campeón. "Yo he probado que puedo pelear y que puedo hacer peleas entretenidas durante toda mi carrera, y eso es suficiente".



Así y todo, la opinión general es que el choque producirá un desempeño histórico por parte de ambos peleadores. "Creo que esta pelea va a dejar todo claro entre ambos. Van a ver una de las mejores trilogías en la historia del deporte", dijo Fernando Beltrán, promotor ligado a Márquez, produciendo una predicción que, a pesar de no ser muy arriesgada en cuanto a un resultado posible de este tercer combate, está muy cerca de la realidad.



Si vemos un combate que apenas iguale a los dos choques anteriores, entonces podremos considerarnos satisfechos al haber visto 36 rounds de lo más parejo y disputado que el boxeo de hoy pueda ofrecer.

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