jueves, 24 de noviembre de 2011

Hora de despegar

ESPN


Julio César Chávez Jr. venció a Peter Manfredo Jr. y quedó listo para enfrentar el mayor desafío de su carrera: Sergio Martínez. No hay otra alternativa. No más bultos reclama la gente. Y tiene razón. Tras la primera defensa de su título mediano del Consejo Mundial de Boxeo, su carrera debe tomar el rumbo de los campeones. Su marca (44-0-1, 31 KO) y su corona, una de las más preciadas, no le permiten otra opción, debe enfrentar a los mejores.

Sin embargo, aún hoy son muchos los que consideran que técnicamente Chávez Jr. no está listo para los grandes desafíos. Y aunque parezca un alegato innecesario, se pueden buscar razones que desmientan esa contradicción.

La primera es obvia, Chávez Jr. es el monarca y en la teoría debería ser el mejor de todos. Por esa sola razón no debería esquivar a ningún rival. La segunda es de merecimientos. A Maravilla Martínez le otorgaron el decorativo título de campeón Emérito y de Diamante de las 160 libras, posiblemente, para dejar el lugar al ascenso de Chávez Jr. Es decir, son dos campeones ocupando un mismo espacio. Ya es tiempo que se enfrenten para saber cuál es el mejor.

En términos boxísticos, las diferencias pueden ser asustadoras a favor de Martínez, aunque no hay espacio para la exageración. El último rival del argentino, Darren Barker, mostro que no es oro todo lo que reluce. El combate se fue hasta los once asaltos, en alguno de los cuales el argentino se vio mal ante un rival casi desconocido. Fue la acumulación de golpes, su rapidez y un gancho de derecha a la cabeza que le permitieron acabar con el campeón europeo. Es verdad que Maravilla es un rival difícil, pero no es imposible ganarle.

Chávez Jr. ha crecido, es natural que ello ocurra. Tiene a uno de los mejores entrenadores del mundo y mucho dinero puesto en el proyecto de transformarlo en una figura del boxeo. Desde aquel Chávez Jr. que enfrentó a John Duddy en junio del 2010 a este que noqueó a Manfredo Jr., hay una gran diferencia. Ha mejorado notoriamente su físico, ha corregido errores defensivos, ha ganado confianza y lo más importante, ha mejorado en su control de la ansiedad. Ya no busca alegremente el intercambio y aplica sus combinaciones sobre seguro. Mantiene sin embargo el instinto matador, del que logra percibir el exacto momento en que su rival esta malherido y también conserva como una de sus virtudes naturales, la capacidad de soportar castigo. Enfrentar a Martínez, gane o pierda, a Chávez Jr. le dará la estatura que no ha podido conseguir con su invicto en más de cuarenta peleas profesionales y el paso obligado para ser merecedor de su apellido.

Pero hay algo más. Chávez Jr. declaró que no tiene problemas en enfrentar al argentino, sin embargo su manejador Bob Arum aseguro que tiene otros proyectos y no le gusta que nadie le busque rivales para sus pupilos. No obstante, es bueno recordar que el título pertenece al CMB, el mismo que en 1998 le quito al alemán Graciano Rocchigiani el título semipesado que había ganado ante Michael Nunn. Eso les costó perder un juicio por 31 millones de dólares. En resumen y bajo la sombra de ese mal recuerdo, si Arum no quiere, el CMB si tendrá que querer la unificación. Por eso, si Chávez no está listo, es mejor que se prepare para estarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario