viernes, 20 de mayo de 2011

Pumas, a un paso del campeonato

UNIVERSAL


Pumas aventaja con un golazo de Palencia y Morelia empata cuatro minutos más tarde; CU ya espera al nuevo campeón.

MORELIA.— Ciudad Universitaria espera para que el puma devore a goles el Clausura 2011 y con el trofeo de campeón entre sus garras. Los felinos auriazules ya olfatean su séptima estrella, después de un sufrido, pero meritorio empate como visitantes.

Ni siquiera el retumbar del estadio Morelos tras el gol de Joao Rojas fue una alegría completa para los locales, porque el ímpetu de Morelia no fue suficiente para evitar que los Pumas salieran satisfechos después de la ida de la final.

El torbellino amarillo y rojo se dejó sentir. La casa de Monarcas hirvió con el empate a uno, pero de a poco comenzó a ahogarse, porque la decisión definitiva queda en la cueva de Ciudad Universitaria, donde los felinos nunca han perdido partido alguno de una final.

Cuando el partido terminó, los pupilos de Guillermo Vázquez esbozaron una sonrisa pícara, hasta irónica, porque, según su script, le propinaron un golpe doloroso a Monarcas, que por su parte, no supo sacar ventaja en la ida.

Hubo un hombre que anoche guió a los universitarios. Un veterano, que según el presidente del Patronato del Club Universidad Nacional, Víctor Mahbub, había terminado su ciclo como puma. El ingeniero llegó a considerar que Juan Francisco Palencia no era material para estar en el Pedregal, pero el técnico Memo Vázquez lo rescató de esa sentencia. Y el ariete demostró que su entrenador tenía razón.

Fue un gol épico del atacante azul y oro, su primero en una final, que celebró con sus compañeros ante el silencio sepulcral de la afición michoacana. Palencia no lo pensó, sabía que era el momento de marcar el paso hacia consagrarse campeón. Un derechazo al ángulo de Federico Vilar desbarató los sueños de la monarquía por ver a su equipo campeón después de más de una década y acrecentó los de la siempre fiel tribuna puma.

Morelia tuvo prisa por empatar y lo hizo, pero no le alcanzó para encontrar un nuevo tanto que no lo dejara contra la pared. Ni Rojas, ni Aldo Leao, tampoco Rafael Márquez Lugo pudieron dar la ventaja esperanzadora para su equipo.

Las llegadas a gol de los de casa fueron escasas, luego del hielo que le impuso la UNAM al juego.

Los jugadores de Monarcas extrañaron demasiado el ímpetu de su técnico Tomás Boy y sus aspavientos, provocando al rival y metiendo presión al árbitro. Boy, en cambio, tuvo que ver el partido desde una vitrina vestida de palco, a causa del castigo que por cinco juegos le propinó la Comisión Disciplinaria, tras los desmanes en el Morelos del domingo pasado.

Todos al pie del cerro del Quinceo terminaron por retirarse pensativos, incluiso tristes, cuando sonó el silbatazo final. Saben que Pumas es poderoso en casa, esa cueva infernal, en la que jamás han perdido un juego de final.

El felino ya olfatea su séptima estrella. Y sólo Morelia puede arrebatársela y tiene con qué.

No hay comentarios:

Publicar un comentario