jueves, 19 de mayo de 2011

Nadie les regaló nada

ESPN

Pumas y Morelia están con toda justicia en la final del futbol mexicano. Dos instituciones que han trabajado bien en los últimos años, que han sabido afrontar las dificultades y que lo han hecho respetando su propio estilo, idiosincracia y pensamiento. La final está por arrancar y es tiempo de hablar y de enaltecer a los "vivos"...

MÉXICO -- Llegó la hora de darle vuelta a la página, de cambiar la dirección, de enfilar hacia el horizonte, a un horizonte donde prevalecen dos grandes equipos de futbol, dos instituciones a las que nadie les regaló nada para arribar a esta instancia final. Dejemos atrás a los muertos. Hablemos de los vivos, de esos que a partir de esta noche reclaman con toda justicia y honor la persecución de la gloria.



Lo más importante no parece radicar en que Pumas haya superado la "grandeza" de otros "grandes" en la última época. Lo mas importante es que lo ha hecho basado en su propio estilo, en su propia idiosincracia, en su muy particular espíritu y sello.



¿Cuál ha sido la constante de los últimos años en el Pedregal? La cantera, el creer y valorar a los jugadores jóvenes, en darle preferencia a lo que se produce en casa, en priorizar el presente pensando en el futuro. Pumas ha debutado a 36 jugadores desde el 2003 y ha dejado en la pobreza y en el abandono a muchos promotores que no encuentran la manera de hacer negocios en el equipo universitario: desde hace cinco temporadas la lista de contrataciones (refuerzos) no existe. El equipo se abastece con lo que llega desde la cantera y algo fundamental: le da su tiempo, su espacio, su proceso al jugador extranjero para que se adapte con plenitud, se identifique con el pensamiento del equipo y se convierta en un referente de la tribuna.



Hay otra encomienda a la que Pumas no puede renunciar en estos tiempos: la exportación de jugadores.

El equipo siempre se identificó por colocar en el mercado extranjero a algunas de sus principlaes joyas: Hugo Sánchez, Luis García, Luis Flores, Manuel Negrete o Alberto García Aspe. Hubo un espacio importante donde dejó de cumplir con esa función, misma que rehabilitó, en beneficio propio del futbol mexicano, el verano pasado cuando logró enviar al futbol europeo a elementos como Pablo Barrera y Efraín Juárez.



Pumas casi ha encontrado el equilibrio perfecto entre lo que es y lo que quiere ser: se alimenta de sus fuerzas básicas, no sale al mercado a buscar refuerzos, exporta, le brinda talento y material a la selección mexicana y se da tiempo para llenar con más gloria su sala de trofeos.



Faltó un detalle, no menos importante y clave, contundente para el éxito: el entrenador. Y ahí, Pumas tambien ha palpado el éxito en la última época. Hugo Sánchez le dio el espíritu que justo necesita en las postrimerías del siglo con el bicampeonato. El Tuca llegó a la hora oportuna, para revitallizar la cantera y darles un campeonato más y hoy, Guillermo Vázquez Junior, es el ejemplo perfecto de lo que un trabajo planificado es capaz de lograr.



Del otro lado de la mesa también hay muchas condiciones que llenan de adeptos a la final.

Morelia ha crecido como entidad futbolística desde el mismo instante en que Televisión Azteca tomo el control del equipo. No ha sido fácil para ellos crecer en una plaza donde si bien siempre había pasión, no existían las maneras económicas, comerciales, mercadológicas para ponerlo entre los mejores de la liga.

El nombre de Morelia no pesaba y buscaron el de Monarcas. Al final del día, y después de algunos tropiezos, la institución encontró la manera de respirar entre los mejores del campeonato mexicano. El título del 2000 era sólo un primer aviso de lo que ellos pretendían. El equipo sumó otra brillante campaña con Rubén Omar Romano en el 2003, pero no pudo ser campeón.



Mas allá de la destacada labor de hombres como Álvaro Dávila y Gustavo Guzmán, hay un denominador en común antes y despues del Monarcas campeón: Tomás Boy.

Queda claro que no es sólo su personalidad, porque despues de tres o cuatro festejos o aspavientos, la historia hubiese quedado vacía sin un tipo que no entendiera la cancha y la manera de hacer jugar bien a sus equipos. Y Tomás lo ha hecho, lo ha hecho bien, muy bien, con un cuadro que tambien respeta sus maneras, sus formas, sus estilos y que siempre intenta jugar al futbol. Los números del Clausura 2011 son más que claros: una de las mejores ofensivas y el mejor visitante, síntomas inequívocos de que Monarcas es un dignio finalista y un serio aspirante al campeonato.



Llegó el momento de que ruede el balón y de que el Clausura 2011 reclame a su legítimo campeón. Dejemos de hablar de los muertos y enaltezcamos a los vivos, a dos dignos y grandes equipos de futbol como Pumas y Monarcas Morelia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario