lunes, 23 de mayo de 2011

Pumas muestra grandeza y se corona

EL PUEBLO


México.- Javier Cortés rompió en llanto como lo que es: un niño. Es él la joya que guió a los Pumas a su séptimo título del liga en la historia, cuarto en los más reciente siete años. Los felinos derrotaron al Morelia en su Guarida (2-1, para imponerse en el global 3-2).

Lo hizo con un gol demencial, sólo concebible en la imaginación de un chico con talento ilimitado, capaz de llevar al cielo a su equipo con una sola jugada. Desparramó a tres zagueros del Morelia y fusiló a Federico Vilar justo cuando los asistentes al Estadio Olímpico Universitario comenzaban a prepararse para el tiempio extra. Es el niño de los goles de adulto, dignos de museo. El del espectacular remate contra el Monterrey, el de la soberbia media tijera frente al Guadalajara... el de la anotación que otorgó la corona a los dirigidos por Guillermo Vázquez.

Chispazo que sirvió para romper un partido trabado en el medo campo. El penalti convertido por Juan Francisco Palencia (14') sirvió de poco 11 minutos después, cuando Jaime Lozano mostró la técnica que aprendió en Ciudad Universitaria y marcó la transitoria igualada para el Morelia, también desde el manchón de los once pasos.

El resto fue sudor, ímpetu, movimientos de ajedrecista pero poca claridad... hasta que Cortés sacó de la chistera ese truco que hasta dejó boquiabierto a Joel Huiqui, uno de los zagueros que cayó rendido ante el talento del canterano auriazul.

Cobijados por veteranos como Palencia, Darío Verón, Israel Castro y Leandro Augusto, el juvenil puma fue la pieza que representó la nueva coronación universitaria, la que desató el éxtasis en el Olímpico.

Siete estrellas iluminan el cielo de los Pumas, ese que Javier Cortés acaba de tocar con la soberbia jugada que valió un campeonato.

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