Los Gigantes ganaron 21-17 el Super Bowl para coronarse campeones de la Liga, una vez más ante los Patriotas de Nueva Inglaterra, en lo que fue el cuarto trofeo Lombardi en la historia de los neoyorquinos. Esta vez Manning lo hizo en la casa de su hermano Peyton, que junto a su familia, en el Lucas Oil Stadium de Indianapolis vio a su hermano superarlo en anillos de Super Bowl y seguramente se acostumbrará a las comparaciones por el resto de su vida.
Eli tomó la ofensiva con poco menos de cuatro minutos en el cuarto periodo y una desventaja de dos puntos para ganar el partido. Manning abrió esa ofensiva con un pase de 38 yardas a Mario Manningham, que fue revisada, pero sin mucho sentido, ahí abrió la puerta de una serie excelsa, que terminó con una anotación de Ahmad Bradshaw para sellar el triunfo. Brady tuvo sólo un tiempo fuera y poco menos de un minuto para intentar algo, pero este ya no es el Brady de los anillos, es un quarterback que se empeña en no alcanzar a Joe Montana y ahora, con dos derrotas en el juego grande difícilmente será considerado el mejor de todos los tiempos.
El partido no podía comenzar peor para Brady, con un castigo para evitar la captura dentro de su propio terreno, donde los Gigantes se llevaron los primeros puntos del partido y Eli Manning mostrando el gran ritmo de toda la postemporada llevo una ofensiva hasta las diagonales con pase de 2 yardas para Víctor Cruz, que evidentemente bailó salsa. Pero en los últimos dos minutos de la primera mitad el Tom Brady de los momentos importantes se hizo presente, otra serie ofensiva sin reunión, las que los llevaron hasta el Super Bowl este año los llevó a irse con la ventaja antes de que Madonna saliera a presentarse en el medio tiempo.
Danny Woodhead fue clave en esa serie, participando en cinco jugadas y cerrando con la recepción que le dio el primer liderato del partido a los de Boston por 10-9. Brady regresó del descanso inspirado, con otra serie perfecta de 79 yardas que abrió con un pase a Chad Ochocinco y cerró con otro a Aarón Hernández, el ala cerrada que cargó mayor responsabilidad durante el juego ante la poca movilidad de Rob Gronkowski, que fue duda durante toda la semana. Manning no pudo responder con un touchdown, gracias a los ajustes de la defensiva de Nueva Inglaterra, retrasando a los linebackers después de la yarda 50 y derivó en un par de goles de campo, la ventaja era sólo de dos puntos hasta que Brady tomó el balón de nuevo.
El pasador de los Patriotas abrió el último periodo como arrancó el primero, con un error grave, de juicio y también de su brazo. Pues después de librar una captura buscó un envío de más de 50 yardas para Gronkowski, disminuido en su velocidad y terminó en intercepción de Chase Blackburn. Por un momento Tom hizo olvidar el récord de 13 pases consecutivos en Super Bowl de Montana, al ligar 16. La buena noticia para Nueva Inglaterra: la defensiva sigue en plan grande, repiten el protagonismo del Juego de Campeonato ante Baltimore, Rob Ninkovich hace una captura clave, la secundaria no falla en las coberturas y vuelven a detener a Nueva York.
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