lunes, 20 de abril de 2009

Santos demoniacos, vencen 4-1 al Atlas


Omar Carrillo
TORREÓN, México, Abr. 19, 2009.- A Sergio Bueno no le interesa mucho tener el balón. Le gusta un Santos merodeador. Que se agazape y cace a las sombras. Lejos de la manera en que Daniel Guzmán estructuró y concibió este equipo.

Pero los Guerreros son tan equilibrados colectivamente y tan desequilibrantes individualmente que la transformación les sentó. Hasta les favoreció.Y es que la semana anterior lo hizo contra Jaguares como visitante. Sorprendió jugando ordenado atrás, pero con cierto despreció al balón, con un Benítez determinante y un Ludueña en plan de general.

Ahora en casa, la historia se repitió, la sorpresa también.Dejó al Atlas con el balón en los pies, algo básico para los equipos de La Volpe, y se fue rumbo a su portería. Atlas, que no perdía en nueve juegos, hizo lo que sabe, pasear la pelota por todo el campo, pero sin espacios, copados todos ellos, no pudo hacer demasiado.Benítez tiene ligas por piernas, tan elástico y flexible es, y un botón de turbo escondido debajo de la camiseta rayada.

Pero lo mejor de todo es que cuenta con Daniel Ludueña y sus pases largos precisos y preciosos, de su lado. Pero debió ser Walter Jiménez, un hombre que se habla de tú siempre con el esfuerzo, quien abriera el marcador a los 14 minutos con un tiro de media distancia que batió a Pedro Hernández.

Todo estaba puesto para los locales; marcador a su favor, Benítez carburado y a punto, y Ludueña con el ojo y la pierna sincronizados, como milimétrico cirujano neurólogo con láser en mano.De la mano de ambos cayó el segundo tanto.

Ludueña puso un trazo de 25 metros, Hugo Ayala abanicó el balón y Benítez a velocidad ganó centímetros para rematar de cabeza.Fue paradójico que el mayor peligro de los Rojinegros en la primera mitad llegará de la mano de quien debía defender los arribos de Vargas, Marioni y compañía, Oswaldo Sánchez y Rafael Figueroa, cuando los dos se equivocaron en sendos despejes y por poco se vieron con goles en su arco

.Aún así, el esfuerzo de Atlas se vio recompensado con el gol de Gonzalo Vargas a los 43' tras un servicio de Jaime Durán.Pero en la segunda parte sólo se confirmó y se firmó lo ya visto. Santos aguantó y Atlas con el balón en los pies no pudo hacer demasiado. Al bien estructurado plan de Sergio Bueno se le añadió esa pizca de ingrediente necesario para sostener los marcadores y el futbol, la experiencia. Al Atlas, se le fue escurriendo el tiempo con poca efectividad hasta que Ismael Fuentes anotó en su propio arco a los 66' en un remate de cabeza.

Ya no había dudas. Pero como a estos Guerreros se les da eso de ejecutar y dejar ir sin aire a sus rivales, todavía Benítez, en otra descolgada, flexible y veloz, puso los cartones definitivos a los 93'. El balón suele ser bondadoso con quien lo trata bien, aunque sea a la sombra, y no con quien lo pasea sin demasiado sentido.

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