CNN MÉXICO La golfista estadounidense Stacy Lewis tuvo que soportar, el fin de semana pasado, el embate de la taiwanesa Yani Tseng, quien ocupa la posición número uno de la clasificación mundial de la LPGA, para convertirse en la golfista 33 en hacerse con un título de Grand Slam como primer triunfo en la gira.
Lewis se encuentra en su tercera temporada en la LPGA, pero apenas consiguió su primera victoria en el circuito el pasado fin de semana en el Kraft Nabisco Championship, primer major del calendario.
Su logro se engrandece al conocer la historia de vida de la joven de 26 años.
En 1996, Stacy Lewis fue diagnosticada con escoliosis, una condición que se caracteriza por la curvatura de la columna vertebral. Lewis, oriunda de Toledo, Ohio, tenía 11 años cuando su vida dio un giro de 180º.
Con un futuro prometedor en el golf juvenil, los médicos le ordenaron que usara un soporte en la espalda. Stacy lo hizo durante 7 años y medio, por más de 15 horas al día, periodo en el cual la columna no mejoró y presentaba una curvatura de 40 grados, lo que orilló a los especialistas a operarla.
A punto de terminar la preparatoria, Lewis se enfrentaba al mayor reto de su vida, pues regresar al golf no era una garantía y la Universidad de Arkansas la esperaba con una beca completa.
Así, los médicos determinaron que para mejorar su condición y darle esperanzas a su futuro en los campos, había que colocar una placa de acero y cinco tornillos en la espalda.
Tras la operación, Lewis perdió el primer año de competencias colegiales, pero en 2005 hizo su debut en la Conferencia del Sureste de la Asociación Nacional Atlética Colegial (NCAA por sus siglas en inglés), consagrándose como la mejor de la temporada.
Dos años más tarde, se convirtió en la mejor amateur del país y en la número uno de la NCAA, dejando de lado los problemas de salud y con una clara mejora en la columna.
Lewis llegó a la Asociación Femenil de Golfistas Profesionales (LPGA por sus siglas en inglés) en 2009 como una promesa del golf estadounidense; sin embargo, la transición de amateur a profesional no fue fácil. Stacy tuvo momentos difíciles, pues su carrera en el tour estaba lejos de alcanzar su estelar desempeño como colegial.
No obstante, Lewis se enfocó en mejorar todos los aspectos de su juego con la ayuda de un nuevo entrenador y 'echó mano' de su fe cristiana para soportar las adversidades del circuito femenil más competitivo del mundo.
Además, comenzó a apoyar a Golf Fore Africa!, una fundación que hace recuadaciones en pro de la niñez de Ruanda, Kenia, Tanzania, Zambia y Lesoto; incluso amadrinó a Aline, a quien visitó en diciembre de 2010.
“Aline es la tercera de cinco niños… le di una mochila con artículos para la escuela y antes de irnos rezamos… lo más difícil fue tener que dejarla”, aseguró Lewis en el sitio web de la LPGA sobre su estancia en África.
Este año, Stacy ya cuenta con más de 370,000 dólares en ganancias y pasó del sitio 28 al 15 en la clasificación mundial. Y aunque la escoliosis está bajo control, ahora tendrá que lidiar con otra dificultad, pues el miércoles de la semana pasada su abuelo falleció.
“Estoy segura de que hubo una razón para que sucediera precisamente esta semana… él vivía a través de mi juego, le encantaba verlo por televisión; sé que está en un mejor lugar”, dijo antes de volar a Ohio, donde se llevará a cabo el funeral de Al Lewis.
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