miércoles, 6 de abril de 2011

Muerde "La Orejona"


MILENIO



Hacía seis años que el Santiago Bernabéu no vivía una noche como la de ayer, con un Real Madrid humillando 4-0 al Tottenham en cuartos de final de la Champions League que le pone con más de media bota en la semifinales (en espera de medirse al Barcelona, si los culés ganan la eliminatoria al Shakhtar), después de que apenas el sábado prácticamente agotara sus posibilidades para ser campeón de España.

Se esperaba que el Madrid saliera a devorarse a su rival inglés, estaba obligado a cambiar su hoja de ruta, y así lo hizo. De hecho, apenas al minuto cuatro con un cabezazo de Adebayor (Manolito, le llaman aquí) los blancos se pusieron arriba. Once minutos después Crouch vio la segunda amarilla y fue expulsado. Es decir, en quince minutos el partido se le puso a tiro a los merengues.

Con Cristiano Ronaldo, Alonso, Marcelo y Di María desde el inicio, el Madrid intimidó de inmediato a su rival, que por muy quinto en la Premier League quedó rebasado por los acontecimientos.

El conjunto de Redknapp, que recuperó a Bale y Gallas, era novato en estas lides y se notó. Acogotados desde el inicio y sin respuesta para lo que se les vino encima, el cuadro londinense se encontró con un gol en contra y un jugador menos cuando se quiso dar cuenta. A Crouch, héroe de la anterior eliminatoria ante AC Milán y siempre una amenaza para la defensa rival por su altura, se le cruzaron los cables y vio dos tarjetas amarillas al cuarto de hora. Con un hombre menos, Van der Vaart, que retornaba al estadio que dejó hace ocho meses, se quedó como una isla.

Los visitantes sólo evitaron que el partido se cerrara a través de Bale, soberbio futbolista que trajo de cabeza a Ramos y tuvo la más clara para los suyos a la media hora, cuando recibió un pase largo de Dawson, ganó la espalda del andaluz y mandó al lateral de la red.

Para la segunda mitad, el Madrid se dio cuenta de que lo realizado en la primera era poco, así se los gritó José Mourinho en el vestuario y hubo reacción. Los blancos metieron a los ingleses en su propia aérea y fue un asedio constantemente que tuvo su recompensa.

Un saque en corto al 56’ sirvió para que Marcelo, colosal tras perderse el partido del Sporting de Gijón, colgara otro balón que otra vez remató Adebayor con la cabeza. Con el envite allanado, Di María puso el tercero con un golazo de bandera, un disparo lejano en pleno ángulo, la guinda perfecta para una fiesta en la que no faltó el gol de Cristiano Ronaldo y a la que se sumó hasta Kaká, que no se libró ni de los pitos de un Bernabéu entregado.

El Madrid logró allanar de manera casi definitiva su pase a las semifinales, su competición por antonomasia, el “ADN” del club. El “gran anhelo” de la entidad, como lo definió su presidente (Florentino Pérez) a principio de temporada, está más cerca. Y está más cerca, porque ya no hay fantasmas que superar. El “rey” de Europa ha vuelto y reclama su trono.


¿Y en la Liga, Mou?

El entrenador José Mourinho comentó también: “Tenemos una final de Copa y este segundo partido de Champions que nos puede dejar en semifinales, pero en la Liga tenemos que continuar a pesar de que cuando jugamos mal o muy bien perdemos y que otros aunque no jueguen bien, ganan, hay que continuar. Normalmente hay más equilibrio. Así fue en octavos de final. En el segundo partido todo estaba más abierto. Ahora todo parece, digo parece, más decidido, el del Schalke 04 y el Inter y el nuestro, pero pueden ocurrir cosas como han sucedido aquí y cambiar”.

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