
Emmanuel R. Marroquín
CIUDAD DE MÉXICO, México, Mayo 6, 2009.- ¡Dramático! No hay mejor calificativo para definir esta serie, en la que Barcelona avanzó a la final de la Champions League, luego de sacar un apresurado empate a un gol frente al Chelsea en la vuelta y en el global, al que si bien no pudo quitarle una racha sin perder como local en el torneo continental, (18 seguidos), sí logró eliminarlo para llegar al partido por el título ante Manchester United, debido al valor de los tantos como visitante.
Michael Essien se vestía de 'héroe', luego de un auténtico golazo en el albor del juego, al 9', después de empeinar la pelota de volea, de primera intensión y desde fuera del área, tras un rebote en la zaga blaugrana. No obstante, fue Andrés Iniesta quien se llevó los reflectores de Stamford Bridge, luego de un golazo al minuto 92.
Si bien el conjunto español pisó en más ocasiones territorio enemigo y tuvo por mayor tiempo la posesión de la pelota, no cargó con la misma contundencia de partidos anteriores durante el primer tiempo, su liderato y título virtual en la Liga española de nada le sirvieron en la Champions League y, frente a los Blues, la eficacia de éstos era determinante, con un gol que, durante más de 90 minutos, dejaba fuera a los de Guardiola sin esperarse un final como el que se dio.
Lionel Messi, por más entrega y fuerza que impregnó en sus piernas no logró un servicio adecuado a Samuel Eto'o; Daniel Alves recorrió todo el terreno, fue de la zaga al frente en busca de hacer daño, además cerca estuvo de que se le marcara una pena máxima en contra de su escuadra, luego de una falta por izquierda sobre Malouda que el árbitro consideró se realizó fuera del área.
Otra jugada polémica la protagonizaron Eric Abidal y Didier Drogba, luego de una falta del primero sobre el marfileño del Chelsea cuando éste se perfilaba solo por el centro del área, Tom Henning, árbitro noruego en este cotejo, no lo observó así y le negó a las huestes de Guus Hiddink la posibilidad de un segundo gol; después volvería a fallar en sus decisione, tras una mano de Piqué.
Xavi Hernández parecía empatar el partido, luego de un disparo lejano en tiempo de compensación de la primera parte que salió desviado de la portería de Petr Cech, una constante en el Barcelona, que por más tiros y llegadas no lograba desempolvar las redes.
El segundo tiempo no fue diferente, Barcelona se mantuvo dominante, recorrió el esférico por todo el campo, pero de poco le servía si no lograba incrustarlo en las piolas inglesas; la expulsión de Eric Abidal poco le afectó, mantuvo encajonado a Chelsea, pero Guus Hiddink no arriesgó, un gol en su contra podría significarle la eliminación, por lo que decidió meter a todos sus hombres atrás.
Una muralla azul no fue el único obstáculo blaugrana (esta vez vestido de amarillo y calzoncillos en azul), el tiempo también lo fue, pero sobre todo la falta de contundencia, de la cual padeció desde el partido de ida. Al final, por más infracciones que los locales buscaban en el área de Barcelona para que se les decretara una falta y la pena máxima a su favor para sentenciar la serie, el hecho no ocurrió y, al final, hizo falta.
Finalmente, la insistencia de Barcelona rindió frutos; Andrés Iniesta sacó un riflazó desde fuera del área, a pase de Messi, quien jaló marcas y dejó al español el esférico para enviarlo pegado al travesaño y decretar la serie de forma por de más dramática. Si bien el 'revolver' de los blaugranas careció de municiones, una sola bastó para clasificar a la final, donde enfrentará al Manchester United el próximo 27 de mayo en Roma, en el Stadio Olímpico, donde tratará de evitar el bicampeonato de los Red Devils.
Michael Essien se vestía de 'héroe', luego de un auténtico golazo en el albor del juego, al 9', después de empeinar la pelota de volea, de primera intensión y desde fuera del área, tras un rebote en la zaga blaugrana. No obstante, fue Andrés Iniesta quien se llevó los reflectores de Stamford Bridge, luego de un golazo al minuto 92.
Si bien el conjunto español pisó en más ocasiones territorio enemigo y tuvo por mayor tiempo la posesión de la pelota, no cargó con la misma contundencia de partidos anteriores durante el primer tiempo, su liderato y título virtual en la Liga española de nada le sirvieron en la Champions League y, frente a los Blues, la eficacia de éstos era determinante, con un gol que, durante más de 90 minutos, dejaba fuera a los de Guardiola sin esperarse un final como el que se dio.
Lionel Messi, por más entrega y fuerza que impregnó en sus piernas no logró un servicio adecuado a Samuel Eto'o; Daniel Alves recorrió todo el terreno, fue de la zaga al frente en busca de hacer daño, además cerca estuvo de que se le marcara una pena máxima en contra de su escuadra, luego de una falta por izquierda sobre Malouda que el árbitro consideró se realizó fuera del área.
Otra jugada polémica la protagonizaron Eric Abidal y Didier Drogba, luego de una falta del primero sobre el marfileño del Chelsea cuando éste se perfilaba solo por el centro del área, Tom Henning, árbitro noruego en este cotejo, no lo observó así y le negó a las huestes de Guus Hiddink la posibilidad de un segundo gol; después volvería a fallar en sus decisione, tras una mano de Piqué.
Xavi Hernández parecía empatar el partido, luego de un disparo lejano en tiempo de compensación de la primera parte que salió desviado de la portería de Petr Cech, una constante en el Barcelona, que por más tiros y llegadas no lograba desempolvar las redes.
El segundo tiempo no fue diferente, Barcelona se mantuvo dominante, recorrió el esférico por todo el campo, pero de poco le servía si no lograba incrustarlo en las piolas inglesas; la expulsión de Eric Abidal poco le afectó, mantuvo encajonado a Chelsea, pero Guus Hiddink no arriesgó, un gol en su contra podría significarle la eliminación, por lo que decidió meter a todos sus hombres atrás.
Una muralla azul no fue el único obstáculo blaugrana (esta vez vestido de amarillo y calzoncillos en azul), el tiempo también lo fue, pero sobre todo la falta de contundencia, de la cual padeció desde el partido de ida. Al final, por más infracciones que los locales buscaban en el área de Barcelona para que se les decretara una falta y la pena máxima a su favor para sentenciar la serie, el hecho no ocurrió y, al final, hizo falta.
Finalmente, la insistencia de Barcelona rindió frutos; Andrés Iniesta sacó un riflazó desde fuera del área, a pase de Messi, quien jaló marcas y dejó al español el esférico para enviarlo pegado al travesaño y decretar la serie de forma por de más dramática. Si bien el 'revolver' de los blaugranas careció de municiones, una sola bastó para clasificar a la final, donde enfrentará al Manchester United el próximo 27 de mayo en Roma, en el Stadio Olímpico, donde tratará de evitar el bicampeonato de los Red Devils.
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