domingo, 31 de mayo de 2009

Querétaro regresa a Primera

Emmanuel R. Marroquín
MÉRIDA, México, Mayo 30, 2009.- Los Gallos Blancos de Querétaro vuelven al Máximo Circuito del futbol mexicano, luego de haber derrotado en penales a los Venados de Mérida por 5-1 en el Estadio Carlos Iturralde Rivero, luego de que perdiera 1-0 en la vuelta, 2-2 en el global, en un partido agotador físicamente.
Fue la primera ocasión que se define el ascenso a Primera División por la vía de los tiros de penal.
Pedro Beltrán anotó el del empate global al minuto 50 y propició un duelo más abierto, con mayor propuesta y con un Mérida lanzado al frente, pero carente de definición y que al final debió resignarse a permanecer en el circuito de ascenso al menos un año más.
El ritmo en el primer tiempo lo impuso Mérida, pero de manera semilenta, con imprecisiones al frente y con lapsos cedidos al rival. José Guadalupe Martínez intervino poco, puesto que los disparos de los delanteros del club yucateco no llevaron la dirección adecuada; por Querétaro, Raúl Rico tuvo la más clara del partido en los últimos suspiros, pero no llegó, le faltaron centímetros para hacer contacto con la testa y batir la meta de Saúl Sánchez.
El clima caluroso no ha permitido un partido dinámico, rápido, comenzó semilento y con varios intentos a balón largo, el desgaste físico fue notorio, deslucido.
Durante el segundo tiempo Mérida encontró el gol, pero sólo uno, suficiente para obligar la prórroga, pero obligado a buscar uno más para lograr el ascenso. Oportunidades existieron y las hubo para los dos lados; por los de casa Diego Olsina erró un disparo cerca del área chica, el mal contacto con la pelota envió ésta por arriba del travesaño que desató al unísono lamentos y frustración desde las gradas.
Pero Querétaro tampoco supo aprovechar una ocasión clara de gol, de los pies de Jonatán Tridente, que sin marca de por medio y sin portero enfrente mandó el esférico por un costado, una pifia que obligó a bajar la cabeza ante la vergüenza, pero más grave fue la de Jonathan Piña, quien en los últimos segundos logró quitarse al guardameta Sául Sánchez, pero el exceso de confianza le hizo perder la pelota con Mario Alberto García; con ello, echó por la borda la enorme labor que hizo el portero de Gallos Blancos, José Guadalupe Martínez, quien en dos ocasiones, una en tiro libre directo y otra en jugada, desvío con la punta de los dedos un par de balonazos que daban vida a Querétaro.
Los tiempos extra fueron un mero trámite; ambos equipos se encontraban agobiados, los servicios y disparos lograban llegar a su destino con un rodaje lento, sin potencia. Tridente de nuevo erraba, ahora en los últimos segundos del segundo tiempo extra. No hubo más, los penales eran inminentes.
Finalmente, los penales llegaron; Querétaro recurrió a la cábala con una imagen clavada en el césped, la cual, a sus creencias, funcionó para terminar con las ilusiones yucatecas de contar con Mérida en Primera División. Un penal atajado de Diego Olsina fue determinante para definir al nuevo integrante del Máximo Circuito.

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