viernes, 28 de enero de 2011

El “Rafa Slam”, frustrado


EL PUEBLO

“Es una victoria para mí, pero no es una victoria real”, dijo Ferrer, séptimo del ranking mundial, que ganó por 6-4, 6-2 y 6-3 ante un número uno limitado por problemas en la pierna izquierda. “Estoy cien por ciento convencido de que me hice una pequeña rotura”, diría Nadal al término del partido.

“No fue fácil, porque Rafa es un caballero y jugó lesionado. Hice mi juego, jugué agresivamente y traté de definir en la red, pero si Rafael está lesionado... No es normal ganarle en tres sets. Vi que Rafael no podía correr, pero me concentré en mi juego”, dijo un Ferrer aplaudido por todo el estadio en reconocimiento a su sinceridad.

Así, Nadal no pudo concretar la hazaña del “Rafa Slam” tras haber ganado Roland Garros, Wimbledon y el US Open en 2010. Ferrer, campeón de Auckland hace 10 días, sigue invicto en 2011 y jugará su segunda semifinal de Grand Slam tras la del US Open 2007. El alicantino está inscrito para jugar la gira latinoamericana de arcilla para cerrar con el Abierto Mexicano, en donde es el campeón defensor.

El “Rafa Slam”, una etiqueta creada por los medios, aunque no por ello poco importante, consistía en la suma de cuatro títulos de Grand Slam consecutivos en dos años calendario diferentes. Donald Budge y Rod Laver son los únicos en haber ganado los cuatro grandes en una misma temporada.

El partido comenzó con enorme intensidad, sobre todo gracias a un Ferrer dispuesto a reescribir la historia que lo mostraba perdedor en 11 de los 14 partidos ante Nadal.

La batalla desde el fondo fue feroz, con un Ferrer muy incisivo con su derecha, clave para quebrar el servicio de Nadal y colocarse 2-0 tras 23 minutos de juego, una eternidad para tratarse de dos games.

Pero esos dos juegos marcaron a fuego el partido, porque en uno de los peloteos desde el fondo algo le pasó a Nadal en su pierna izquierda. “En el cambio de lado necesito el fisio”, le advirtió el número uno a la jueza de silla.

Nadal se dirigió al vestuario para ser atendido y tardó varios minutos en regresar. Con gesto serio, miró al regresar a su tío-entrenador, Toni Nadal.

En dos horas y 33 minutos se fue el partido. Una derecha de Ferrer que Nadal ya ni quiso correr y el sueño del número uno de ganar su décimo Grand Slam, postergado al menos hasta Roland Garros, en mayo próximo.

Ferrer enfrentará al británico Andy Murray, quien eliminó al ucraniano Alexandr Dolgopolov por 7-5, 6-3, 6-7 y 6-3 con un gran juego defensivo.

“He jugado muy bien hasta ahora. Pero cuando enfrentas a los mejores tenistas en la final de un torneo tienes que jugar tu mejor tenis de nuevo para darte la oportunidad de ganar”, adelantó Murray tras pasar a semifinales.

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