TORREÓN, México, Mar. 17, 2010.- El Tri va enganchado a Cuauhtémoc Blanco y a Javier 'Chicharito' Hernández en los últimos tiempos.
Del primero no sorprende, México viene dependiendo de su juego desde hace no menos de 10 años, el segundo no deja de hacerse el indispensable con cada juego y gol que marca con los verdes.
Y es que pese a que Blanco dice que las críticas de la prensa no le afectan y que ni caso les hace, bastó sólo un poco para increparle y prenderle de nueva cuenta. Fue el hombre de la responsabilidad y de los espacios al frente, tomó el balón y lo cedió con corrección en los espacios al frente.
Además, el jugador del Veracruz, se hizo el fuerte en los balones parados. Antes de su gol a los 51 minutos, en un lindo tiro libre que se metió pegado al poste derecho, ya había dado aviso con otro disparo en las mismas condiciones, un tiro de castigo, que desvió a los 31' el arquero visitante para que pegará en uno de los palos.
Lo del 'Chicharito' es contagioso. El chico se mueve por toda la delantera. Siempre a tiempo, siempre con idea de matar, siempre asesino.
No hay ángulo o distancia desde el que no intente anotar. Cuando el juego estaba en su momento más difícil para México a los 68 minutos, con los coreanos encima tras el tanto de Kum-Chol Choe a los 57' tras un error de cálculo de Guillermo Ochoa, resolvió el duelo con una arremetida por la banda izquierda y un disparo raso cruzado a los 68'.
El Tri encontró a un equipo disciplinado y que tomó con mucha seriedad el encuentro. En general fue el dueño del encuentro, pero los coreanos no fueron un rival sencillo.
En la primera mitad, la banda izquierda, ya sea por conducto de Braulio Luna o de Alberto Medina, fue el sitio explotado con mayor insistencia por el cuadro verde. Desde ahí nacieron las mejores chances locales de anotar.
Jonathan dos Santos, Javier Hernández y Cuauhtémoc Blanco tuvieron las oportunidades más claras de marcar. Dos Santos hizo un duelo correcto y lleno de inteligencia. Sabe como moverse en el medio campo y como desplazarse a la ofensiva para hacer daño. Fue el más certero de los hombres que Javier Aguirre pretendía mirar en el duelo.
Los asiáticos, sobre el final de los primeros 45 minutos encimaron a México y consiguieron un par de disparos con peligro.
En la segunda mitad, con seis cambios el Tri se fue alargando y el entendimiento se fue perdiendo. La defensa fue la zona a la que más le costó carburar y por momentos fue requerida por los norcoreanos, el medio campo se trabó, pero ahí estaban Blanco y 'Chicharito' para resolver los entuertos.
Del primero no sorprende, México viene dependiendo de su juego desde hace no menos de 10 años, el segundo no deja de hacerse el indispensable con cada juego y gol que marca con los verdes.
Y es que pese a que Blanco dice que las críticas de la prensa no le afectan y que ni caso les hace, bastó sólo un poco para increparle y prenderle de nueva cuenta. Fue el hombre de la responsabilidad y de los espacios al frente, tomó el balón y lo cedió con corrección en los espacios al frente.
Además, el jugador del Veracruz, se hizo el fuerte en los balones parados. Antes de su gol a los 51 minutos, en un lindo tiro libre que se metió pegado al poste derecho, ya había dado aviso con otro disparo en las mismas condiciones, un tiro de castigo, que desvió a los 31' el arquero visitante para que pegará en uno de los palos.
Lo del 'Chicharito' es contagioso. El chico se mueve por toda la delantera. Siempre a tiempo, siempre con idea de matar, siempre asesino.
No hay ángulo o distancia desde el que no intente anotar. Cuando el juego estaba en su momento más difícil para México a los 68 minutos, con los coreanos encima tras el tanto de Kum-Chol Choe a los 57' tras un error de cálculo de Guillermo Ochoa, resolvió el duelo con una arremetida por la banda izquierda y un disparo raso cruzado a los 68'.
El Tri encontró a un equipo disciplinado y que tomó con mucha seriedad el encuentro. En general fue el dueño del encuentro, pero los coreanos no fueron un rival sencillo.
En la primera mitad, la banda izquierda, ya sea por conducto de Braulio Luna o de Alberto Medina, fue el sitio explotado con mayor insistencia por el cuadro verde. Desde ahí nacieron las mejores chances locales de anotar.
Jonathan dos Santos, Javier Hernández y Cuauhtémoc Blanco tuvieron las oportunidades más claras de marcar. Dos Santos hizo un duelo correcto y lleno de inteligencia. Sabe como moverse en el medio campo y como desplazarse a la ofensiva para hacer daño. Fue el más certero de los hombres que Javier Aguirre pretendía mirar en el duelo.
Los asiáticos, sobre el final de los primeros 45 minutos encimaron a México y consiguieron un par de disparos con peligro.
En la segunda mitad, con seis cambios el Tri se fue alargando y el entendimiento se fue perdiendo. La defensa fue la zona a la que más le costó carburar y por momentos fue requerida por los norcoreanos, el medio campo se trabó, pero ahí estaban Blanco y 'Chicharito' para resolver los entuertos.
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