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El triunfo con autoridad en Nicosia del Real Madrid (0-3) no conduce a Jose Mourinho a apostar por rotaciones en la vuelta, pero sí a realizar pequeñas modificaciones en su equipo titular con las semifinales de Champions League en el bolsillo, ante un APOEL que se quiere despedir dejando buena imagen.
Real Madrid quiere dar un paso más en el firme camino que está protagonizando hacia la soñada "Décima" Copa de Europa. Tras establecer un récord histórico en su inmaculada fase de grupos, con pleno de victorias y nuevo registro goleador, deshacerse en octavos de final del incómodo CSKA Moscú superando el frío de Moscú, el siguiente objetivo es dar por finalizada la hazaña del APOEL, la revelación.
El doblete, en la ida, del francés Karim Benzema y el tanto del brasileño Kaká, que fue quien revolucionó el encuentro en la segunda parte en Nicosia, dan una ventaja de tres goles inalcanzable para el modesto APOEL que ya con su presencia en cuartos de final y su visita al Estadio Santiago Bernabéu cumple sueños.
Pese a ello, Jose Mourinho descarta revoluciones y no tiene pensado dar descansos a jugadores claves. Así, futbolistas con muchos minutos en sus piernas como Xabi Alonso o Cristiano Ronaldo, los jugadores de campo más utilizados, serán titulares y no comenzarán en el banquillo por pensar en el próximo encuentro liguero ante Valencia.
El técnico portugués ve fresco a su equipo, pese a las pocas rotaciones, y en principio sólo un titular indiscutible se ha quedado fuera de la convocatoria por descanso. Es Álvaro Arbeloa y su ausencia, sumada a la baja por lesión de Lass Diarra, dará la titularidad en el lateral derecho a un hombre poco habitual, el turco Hamit Altintop.
La duda de Mourinho está en el acompañante de Xabi Alonso en la medular. Nuri Sahin brilló en la ida y Granero lo hizo en Liga en Pamplona. Los dos pelean por un puesto. Mientras, el brasileño Kaká apunta como novedad en el once y es el francés Karim Benzema quien puede recibir un pequeño descanso. Desde la recuperación de su último percance muscular lo ha jugado todo y ha sido decisivo.
Ante Osasuna regresó una pieza clave para la recta final de la temporada cuando se deciden los títulos, el argentino Ángel di María. Jugó pocos minutos y crecerán ante APOEL. Mourinho destaca que aporta al equipo aspectos del juego que sin él no tiene y busca que poco a poco recupere la confianza tras cuatro lesiones musculares esta campaña para que sea decisivo.
El cambio de dinámica con Mourinho genera ilusión en el madridismo. Tras seis años sin superar los octavos de final, Real Madrid acaricia las semifinales europeas por segundo año consecutivo. Provocará que pese a la abultada diferencia de la ida el Santiago Bernabéu presente una buena entrada.
El equipo madridista quiere devolver esa confianza con buen futbol y un nuevo triunfo.
Se encontrará con la ilusión del APOEL, un equipo que siente perdida la eliminatoria y saldrá a disfrutar de un partido histórico que será el colofón a una aventura que comenzó en la serie previa de Champions League, un 17 de julio de 2011, fecha desde la que ha ido protagonizando sorpresa tras sorpresa.
Con un presupuesto de 8 millones de euros, APOEL se ha ganado convertirse en el equipo revelación de la Champions League. Tres empates a domicilio en la fase de grupos y su fuerza en Nicosia le hicieron superar un grupo de la dificultad que presentaban rivales como Shakhtar Donetsk, Porto y Zenit.
La prueba de un serio aspirante al título, como Real Madrid, y la presencia por primera vez en la historia de la Champions League de un equipo chipriota en cuartos de final, fue un peso difícil de levantar para el conjunto que entrena Ivan Jovanovic.
Llega al Santiago Bernabéu con el regreso de un jugador clave en competición europea: el brasileño Gustavo Manduca. Baja por sanción en la ida, cuyo gol decidió el duelo de octavos ante Lyon, y que viene de marcar en el último minuto en la última victoria en la liga chipriota, ante Omonia Nicosia (1-2), que situó a su equipo como líder.
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