lunes, 2 de mayo de 2011

Ángel Reyna canta goya en C.U.

MILENIO





El discurso de Carlos Reinoso encontró un punto de confianza en Ciudad Universitaria. El AME de El Maestro se metió a una tierra que, hasta ayer, era vista como inexpugnable, pero las Águilas se agrandaron, fueron más certeras que Pumas, al que le faltó ambición, y el resultado final fue un 2-0 a favor de los de Coapa que, de paso, hicieron su fiesta en la cabecera sur del Estadio Olímpico Universitario.

Pumas mandó todo el torneo, hizo de su casa un fortín, pero a la hora que debía demostrar por qué había sido el mejor del curso, le faltó pegada. Ni pudo ni quiso eliminar de la Liguilla al América, que la noche del sábado se sabía dentro, y sólo se iría si Universidad salía a comérselo, pero no ocurrió. A la hora de la verdad y con el rival más antagónico en casa, Pumas pifió.

América no está cansado ni desgastado, los de Coapa se vieron sólidos, mostraron mayor concentración, cuando tuvieron que apagar la dinámica universitaria lo hicieron con apuros, pero siempre salieron vencedores, cuando tuvieron que meter presión, corrieron y se sacrificaron.

El Maestro le ganó la partida a Memo Vázquez, primer clásico que gana Reinoso y primera derrota en estos choques para el universitario que cuando hizo lo posible por corregir, fue demasiado tarde. Aunque el partido inició con el típico empuje de Pumas, que poco a poco hizo que América se replegara, pero la defensa de las Águilas resistió.

Sólo los últimos minutos del primer tiempo fueron un intercambio de fuerzas. Pumas se plantó en el área de Guillermo Ochoa, quien brilló con sus atajadas. Al minuto 35, el portero, con un manotazo, evitó el gol de Marco Palacios, quien remató con la cabeza un tiro de esquina.

América respondió con un centro de Matías Vuoso que Vicente Sánchez remató con una barrida, pero la pelota se fue a un lado del arco felino. Con el partido encendido, Dante López entró al área entre dos defensas, cayó y pidió penal, pero el árbitro Ricardo Arellano no lo juzgó así. Después, la figura de Ochoa se hizo más grande, al atajarle un tiro a Martín Bravo y otro a Jehu Chiapas. Llegó el medio tiempo y América respiró.

Fiesta azulcrema

En el segundo tiempo, Pumas no pudo mantener las revoluciones, el juego se disputó en el centro del campo, América avisó en un tiro de esquina que Diego Reyes remató con la cabeza, pero Alejandro Palacios contuvo la pelota. Esa acción le dio seguridad a las Águilas, que tuvieron otro tiro de esquina y apareció Matías Vuoso, quien superó a su marcador, el atacante remató a placer con la cabeza y puso el balón lejos de Alejandro Palacios para el 1-0 al minuto 60.

Pumas se diluyó, le faltó inventiva y se precipitó, su gente desequilibrante no apareció. Miguel Layún se fue expulsado y Carlos Reinoso reculó, apostó por la resistencia y juntó a todo su equipo en su zona defensiva.

Universidad intentó con un remate de Verón que Ochoa controló. Cacho y Castro probaron suerte de media distancia y no tuvieron fortuna. Sobre el final del juego, Ángel Reyna y Rosinei Adolfo se juntaron por la derecha, el brasileño entró al área y sirvió para Reyna, quien marcó al 91, festejando con el puño al cielo, como cual universitario, su título de goleo. Sería amonestado por ese gesto.

Ahí está América, vivo en la Liguilla y en la Copa Santander Libertadores, un equipo que cuando se decide da buenas batallas, festejó en CU como no lo hacía desde hace cinco años; los de Coapa llegaron como víctimas y fueron héroes, la semana que viene se juegan todo en ambos torneos. Mientras, Pumas dejó ir el liderato. Ayer, América fue más Pumas y Pumas fue más América.

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