Carga revés

DIARIO.COM.MX

Dallas— Hubo mucho de qué culpar tras la derrota 34-7 de los Vaqueros ante las Águilas de Filadelfia, la primera de tal magnitud para Dallas en la temporada, pero ayer el entrenador Jason Garrett se negó a señalar culpables dentro de su equipo.

“Tenemos que hacer mejor nuestro trabajo para no tener partidos como ése”, comentó Garrett.

La repetición del partido contra las Águilas no hizo más que recalcar a los jugadores y entrenadores el hecho de que el equipo fue abrumado por un rival de división que acababa de salir de una semana de descanso y que necesitaba con urgencia una victoria para volver a figurar en la contienda de la NFC Este.

“No creo que hayan hecho nada en términos ofensivos o de defensa que nos haya sorprendido”, comentó Garrett. “Hemos visto mucho el tipo de cosas que hicieron y estábamos preparados para ello. Desafortunadamente, no jugamos tan bien como debíamos”.

Los Vaqueros también están haciendo frente a las lesiones del apoyador Sean Lee (muñeca izquierda), el despejador Mat McBriar (pie izquierdo) y el esquinero Mike Jenkins (corva derecha).

Garrett comentó que los tres están siendo evaluados y que sus situaciones serán actualizadas posteriormente en la semana con base en lo que arrojen los exámenes médicos.

Lee, el principal tacleador del equipo, y Jenkins, esquinero titular, se lesionaron en el partido del domingo. McBriar se ha visto impedido por un problema de pie por más de una semana, y el pateador novato Dan Bailey tuvo que encargarse de los últimos dos despejes de los Vaqueros el domingo.

La buena noticia para los Vaqueros es el calendario favorable que les espera, empezando por el partido en casa del próximo domingo contra Seattle.

Cuatro de los próximos cinco oponentes –Seattle, Washington, Miami y Arizona– llevan un récord conjunto de 6-22.

La excepción durante esas cinco semanas serán los Bills de Buffalo (5-2), quienes visitarán el Cowboys Stadium el 13 de noviembre.

Sin importar a quién se enfrenten, los Vaqueros no tienen ninguna victoria garantizada, no si vuelven a jugar como el domingo.

Las Águilas acarrearon a voluntad contra una defensa que había estado permitiendo alrededor de 70 yardas terrestres por partido, la mejor marca de la Liga rumbo al fin de semana pasado. En total, Filadelfia produjo 495 yardas y tuvo el balón más de 42 minutos.

LeSean McCoy acarreó para 185 yardas y dos anotaciones, mientras que Michael Vick sumó 279 yardas aéreas y anotó un par de touchdowns.

“No hicimos nuestro trabajo en las tres fases del partido”, comentó ayer el profundo de los Vaqueros Abram Elam. “No queríamos perder ese partido, era un juego de división que teníamos que ganar. Fue doloroso perder de la manera en que lo hicimos”.

La ofensiva de Dallas no estuvo mucho mejor, consiguiendo únicamente 267 yardas netas y 12 primeras oportunidades. La línea de ofensiva no consiguió proteger al mariscal Tony Romo, quien fue derribado en cuatro ocasiones y golpeado a menudo por una defensa de las Águilas que no tuvo que recurrir mucho a la defensa a presión.

Los Vaqueros promediaron 8.5 yardas por jugada por tierra, pero sólo fueron capaces de realizar 10 jugadas puesto que para el medio tiempo iban a la zaga 24-0 y se vieron obligados a lanzar el balón en sus intentos por ponerse al corriente.

“Las Águilas anotaron un montón de puntos al principio y no movimos bien el balón en la primera mitad”, comentó el receptor de los Vaqueros Miles Auston el domingo tras recibir tan sólo tres pases para 27 yardas.

Elam comentó esperar que los futuros oponentes tomen nota del plan de juego seguido por las Águilas.

“Ésta es una Liga de copiones”, dijo Elam. “Ven las cosas que funcionan contra ti e intentan atacar de la misma manera. Por eso intentamos realizar correcciones e intentar mejorar ciertas cosas”.

Un aspecto positivo de los Vaqueros el domingo fue el apoyador DeMarcus Ware, quien realizó cuatro derribamientos y 11 tacles.