DIARIO.COMTorreón, Coahuila— En un “Julio” de locura, México pasó olímpicamente del sí se puede al ya se pudo ante la poderosa Alemania.
Un gol olímpico de Jonathan Espericueta y luego una chilena de Julio Gómez al minuto 90, consumaron una increíble remontada del Tri Sub-17 ante el subcampeón de Europa y con un 3-2 pusieron a México por segunda vez en 6 años en una final de Copa del Mundo de la FIFA.
Vendado de la frente, después de sufrir un choque que casi le impide continuar en la semifinal, el delantero del Pachuca se aferró a seguir en la extenuante batalla y marcó su segundo gol de la tarde, una anotación que permanecerá en el recuerdo.
El equipo mexicano se liberó de la supremacía alemana y la venció por primera vez en su historia en una Copa Mundial. La recompensa para el equipo que dirige Raúl “Potro” Gutiérrez será disputar la final el domingo contra Uruguay a las 5:00 p.m. en el Azteca. Ayer, México abrió muy pronto el marcador con un gol de Gómez al minuto 3, pero era muy temprano para oficializar el certificado de defunción de los germanos.
Los alemanes empataron pronto el marcador aprovechando una desatención de la zaga mexicana que capitalizó Samed Yesil al 10’.
En el complemento Alemania se puso al frente en el marcador al 60’ con una gran jugada individual de su capitán Emre Can, quien se quitó de encima a 2 rivales y luego con un punterazo batió a Sánchez.
Pero México, al menos en esta categoría, no se dio por vencido.
Al 76’ Espericueta cobró un tiro de esquina por la banda derecha, el portero Odisseas Vlachodimos se pasó y la pelota besó las redes mientras Gómez estrellaba su cabeza con la de un zaguero alemán. ¡Un gol olímpico en una Copa del Mundo
Ese fue el golpe anímico que alteró el rumbo del encuentro en los minutos finales. Luego de salir del campo para ser atendido, Gómez regresó a la cancha con un enorme vendaje y con el grito de la multitud que coreaba su apellido en forma unánime.
Y al 90’, en otro tiro de esquina cobrado por Espericueta, Jorge Caballero peinó el balón y éste llegó a Gómez, quien ejecutó una chilena y puso el balón sobre poste izquierdo para marcar el 3-2.
Un gol olímpico de Jonathan Espericueta y luego una chilena de Julio Gómez al minuto 90, consumaron una increíble remontada del Tri Sub-17 ante el subcampeón de Europa y con un 3-2 pusieron a México por segunda vez en 6 años en una final de Copa del Mundo de la FIFA.
Vendado de la frente, después de sufrir un choque que casi le impide continuar en la semifinal, el delantero del Pachuca se aferró a seguir en la extenuante batalla y marcó su segundo gol de la tarde, una anotación que permanecerá en el recuerdo.
El equipo mexicano se liberó de la supremacía alemana y la venció por primera vez en su historia en una Copa Mundial. La recompensa para el equipo que dirige Raúl “Potro” Gutiérrez será disputar la final el domingo contra Uruguay a las 5:00 p.m. en el Azteca. Ayer, México abrió muy pronto el marcador con un gol de Gómez al minuto 3, pero era muy temprano para oficializar el certificado de defunción de los germanos.
Los alemanes empataron pronto el marcador aprovechando una desatención de la zaga mexicana que capitalizó Samed Yesil al 10’.
En el complemento Alemania se puso al frente en el marcador al 60’ con una gran jugada individual de su capitán Emre Can, quien se quitó de encima a 2 rivales y luego con un punterazo batió a Sánchez.
Pero México, al menos en esta categoría, no se dio por vencido.
Al 76’ Espericueta cobró un tiro de esquina por la banda derecha, el portero Odisseas Vlachodimos se pasó y la pelota besó las redes mientras Gómez estrellaba su cabeza con la de un zaguero alemán. ¡Un gol olímpico en una Copa del Mundo
Ese fue el golpe anímico que alteró el rumbo del encuentro en los minutos finales. Luego de salir del campo para ser atendido, Gómez regresó a la cancha con un enorme vendaje y con el grito de la multitud que coreaba su apellido en forma unánime.
Y al 90’, en otro tiro de esquina cobrado por Espericueta, Jorge Caballero peinó el balón y éste llegó a Gómez, quien ejecutó una chilena y puso el balón sobre poste izquierdo para marcar el 3-2.
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